La violinista
Anna Maria della Pietà (1696-1782) fue violinista y compositora. Harriet Constable, periodista y documentalista, le ha dado vida en forma de novela. Nuestra protagonista fue una violinista excepcional, depositada al nacer en el torno del Ospedale della Pietà, en Venecia, por una joven madre en situación de prostitución que no podía hacerse cargo de ella. Aprendió música en ese orfanato, tocando diversos instrumentos, hasta que llegó Vivaldi, quien sería su maestro de violín y que, al ver el gran talento de la joven, le regaló su primer violín. Anna Maria, que veía la música como colores, también aprendería a componer. Vivaldi se apoyaba en las chicas de la Pietà para sus composiciones, y muy especialmente en Anna Maria. Su huella está presente en varias de las mejores obras del maestro, entre las cuales podría encontrarse, aunque no se ha podido confirmar con certeza, Las cuatro estaciones. Anna Maria se sintió utilizada por el maestro, pero llegó a brillar con luz propia, convirtiéndose, con el tiempo, en directora musical de la Pietà.
Harriet Constable recupera su historia más de 200 años después y escribe: Anna Maria della Pietà. Un nombre, un resplandor en la oscuridad, listo, algún día, para ser recordado.