Transgenerismo

¿Es posible nacer en un cuerpo equivocado? ¿Se debe considerar un derecho humano someter a una persona sana a tratamientos perjudiciales e irreversibles, con fármacos y cirugías, por querer parecer del sexo contrario? ¿Existe la infancia trans? ¿Por qué cada vez hay más menores y, sobre todo, más niñas, que no quieren ser mujeres y se declaran trans o no binarias?

¿A quién beneficia todo esto? ¿Por qué decimos que el transgenerismo es una ideología nefasta para los derechos de las mujeres y un atentado contra la infancia? ¿Por qué es un retroceso para las personas homosexuales y bisexuales? ¿Qué significa terapia afirmativa? ¿Por qué las feministas decimos que las leyes trans son una ley mordaza?

Aquí te presentamos las ideas y los datos clave para que entiendas qué está pasando y encuentres argumentos para hacer frente a esta ofensiva que empieza por borrar el significado de la palabra mujer, defendiendo que cualquier hombre que se declare mujer también lo es.

Qué son la teoría queer y la ideología trans: la identidad de género

La teoría queer es la base del transgenerismo. El transgenerismo promueve ideas falsas, anticientíficas, ultraconservadoras y antifeministas.

La teoría queer cuestiona las clasificaciones heredadas porque considera que son imposiciones violentas sobre la complejidad de la condición humana. Su idea central es que la identidad subjetiva se basa en un sexo sentido disociado del sexo del cuerpo, que es una realidad material. Inicialmente se consideró una idea liberadora de las sexualidades disidentesqueer, que significa extrañas e inclasificables– para luchar contra los estigmas y la discriminación vinculados a la homosexualidad. También se multiplican y fragmentan todos los conceptos: feminismoS, violenciaS, sexualidadeS, etc.

En Gender Trouble (1988), Judit Butler, la ideóloga de referencia de la teoría queer, defiende que el sexo y el género no son, respectivamente, una realidad biológica material y una construcción social que se impone a los sexos y subordina a las mujeres, sino que tanto el sexo como el género son construcciones sociales intercambiables. Para la teoría queer, el género es una identidad. De la confusión intencional entre sexo y género surge el concepto central del transgenerismo: la identidad de género. Las identidades de género estarían formadas por combinaciones múltiples de sexo, género, sexualidad y expresión de género en un espectro no binario, negando que sólo existan mujeres y hombres.

Según la teoría queer, la disforia de género (el malestar y el rechazo del propio cuerpo sexuado y el deseo de ser del otro sexo) no existe, no es un trastorno de percepción. Lo que puede haber es una incongruencia de género cuando el sexo asignado al nacer no coincide con la verdadera identidad –un sentimiento innato o fluido– de cada persona. Es decir, defienden que hay un yo aparte del cuerpo que puede nacer en un cuerpo equivocado. Cabe recordar que la disforia, ahora llamada incongruencia de género, continúa figurando en la CIE-11 (Clasificación Internacional de Enfermedades de la Organización Mundial de la Salud) y en el DSM-5 (Manual Diagnóstico y Estadístico en Salud Mental, de la American Psychiatric Association).

El transactivismo defiende la libre elección del sexo legal a todos los efectos, basada en la identidad de género y no en el sexo de la persona, la despatologización de lo que denomina incongruencia de género y el derecho a modificar el cuerpo con fármacos y cirugías para adaptarlo a la identidad sentida, a cualquier edad.

En realidad, la teoría queer forma parte de las ideas posmodernas que irrumpen con fuerza desde los años 80 del siglo XX y se propagan rápidamente con el final de la Guerra Fría y la caída del bloque soviético, impulsadas por el capitalismo neoliberal y los valores individualistas que le acompañan.

Las ideas posmodernas son una reacción a las ideas y las políticas progresistas que luchaban por una sociedad más justa desenmascarando y transformando las estructuras económicas y políticas del poder mundial. Con el pretexto de los errores cometidos por el llamado socialismo real triunfa la idea de que la sociedad no importa y que el sujeto individual es el centro de todo. El bienestar ya no se basará en la redistribución de la riqueza sino en el mito neoliberal por excelencia: la libre elección en un mundo que lo convierte todo en mercancía.

La visión de los neoconservadores la expresó claramente Margaret Thatcher:

“[los pobres] están culpando de sus problemas a la sociedad. Y no existe eso que llamamos sociedad. Hay hombres y mujeres individuales y hay familias. Y ningún gobierno puede hacer nada si no es mediante las personas, y las personas tienen que preocuparse de ellas mismas en primer lugar. Es nuestro deber cuidar de nosotros mismos y después, también, de nuestros vecinos.“ (1987)

La teoría queer encaja como un guante en estas ideas ultraconservadoras porque, con un lenguaje y unas declaraciones aparentemente transgresoras y revolucionarias, lo que hace es dificultar la comprensión de las desigualdades y desarticular la lucha por erradicarlas. Si se considera que el sexo es un sentimiento y no una realidad objetiva, la desigualdad que sufrimos las mujeres por serlo queda escondida. Del mismo modo, se sustituyen los ideales de igualdad y emancipación colectiva por la satisfacción de unas necesidades individuales basadas en el sujeto individual. En lugar de reivindicar una vida digna basada en mejoras materiales se reivindica el derecho a ser. ¡Un derecho que no transforma ninguna situación de opresión!

Esta sustitución ideológica se propaga dentro de los movimientos sociales y políticos: sindicatos, partidos de izquierdas y organizaciones de lucha por los derechos civiles, como el movimiento gay-lésbico, donde se apropia de la lucha introduciendo la idea del colectivo LGTBIQA+++. Esta expresión es un paraguas que mezcla interesadamente la orientación sexual con condiciones médicas causadas por anomalías cromosómicas u hormonales (intersexualidad), trastornos de percepción del propio cuerpo sexuado (disforia de género) y una creciente lista de denominaciones.

Pero el feminismo radical hace frente a esta reacción ultraconservadora que es la alianza entre el patriarcado y el neoliberalismo. ¡Sigue leyendo!

Cómo afecta a los derechos de las mujeres

Las leyes de autoidentificación del sexo son un retroceso y una vulneración de los derechos de las mujeres:

  • Si cualquier hombre puede declararse mujer sin más requisito que su mera voluntad, las políticas de igualdad para eliminar la discriminación de las mujeres en la vida pública y política dejan de tener sentido (p.e. se permite a hombres acceder a cuotas de participación femenina).
  • Las estadísticas para conocer la desigualdad estructural entre sexos dejan de ser fiables si el sexo deja de ser un dato objetivo (brecha salarial, exclusión social, política y cultural). Si los datos no están desagregados por sexo no se pueden identificar las desigualdades reales y potenciales.
  • La violencia contra las mujeres y las niñas queda oculta. Si los criminales se declaran mujeres no se aplicará el agravante de violencia machista, sino que se considerará violencia entre mujeres.
  • Desaparecen los espacios seguros exclusivos para mujeres, como lavabos, vestuarios, refugios o prisiones, vulnerando el derecho de las mujeres a la dignidad y a la integridad física, poniéndonos en riesgo de sufrir agresiones sexuales. Incluso los violadores, si se declaran mujeres, pueden ir a prisiones de mujeres.
  • El deporte femenino y las pruebas físicas en las oposiciones dejan de ser justos. Cualquier hombre puede competir contra mujeres aprovechando su ventaja biológica (que se conserva, aunque se medique para rebajar niveles de testosterona). Su participación pone en desventaja y en riesgo de sufrir lesiones físicas a las mujeres.
  • Lenguaje deshumanizador: personas que menstrúan, gestantes, reproductoras, personas con vagina o con cérvix, personas útero-portantes. 
  • Las lesbianas son acusadas de transfobia por rechazar a hombres que afirman tener identidad de género femenina y se autodeclaran lesbianas. 
  • Las chicas lesbianas y los chicos gays pueden ser inducidas a transicionar antes que aceptar su homosexualidad.
  • Los derechos y prestaciones maternos están basados en la capacidad exclusiva de las mujeres de gestar y dar a luz. Incluir en la categoría legal de madre a los hombres que declaran ser mujeres erosiona la importancia social de la maternidad y socava los derechos maternos.
  • La explotación y mercantilización de la capacidad reproductiva de las mujeres también apuntala la investigación médica que tiene como objeto permitir a los hombres gestar y dar a luz.

Por qué la ideología de la identidad de género es incompatible con el feminismo

El feminismo es un movimiento y una teoría política crítica con más de tres siglos de historia cuyo sujeto son las mujeres, y es abolicionista del género, la construcción social que otorga roles sexuales estereotipados distintos a hombres y mujeres y que sirve al patriarcado para someter y subordinar a la mitad de la humanidad.

El transactivismo propugna que ser mujer u hombre es una elección, independientemente de la realidad sexuada de cada uno, que el género no es un sistema opresor sino un conjunto de roles que se eligen libremente. Si no encajas en el sexo asignado al nacer, puedes elegir otro a medida.

Al elevar el género a identidad y sustituir la categoría sexo por la de identidad de género se hace imposible combatir la base del patriarcado y defender los derechos de las mujeres basados en el sexo. Convertir nuestra opresión en identidad exaltando estereotipos sexistas que perpetúan la desigualdad entre mujeres y hombres significa oponerse al movimiento feminista. La categoría mujer es una categoría basada en el sexo.

└ Censura y persecución de las feministas

Las leyes trans son antidemocráticas ya que criminalizan la libertad de expresión y la libertad de opinión. Oponerse a la ideología de la identidad de género y denunciar sus nefastas consecuencias, especialmente en mujeres y niñas, es perseguido y punible con sanciones administrativas (multas de hasta 150.000€) y penales por delito de odio o transfobia.

Con el respaldo institucional se han normalizado el acoso, las amenazas y la censura a feministas críticas con las leyes de identidad de género con el objetivo de silenciarlas. Cualquier oposición a sus postulados se tilda de fascismo y las mujeres que se oponen son acusadas de ser TERFS (feministas trans excluyentes).

«Activistas LGTBI boicotean la presentación de un libro que tildan de tránsfobo» – Barcelona 2022.

«La UAB impide que la profesora feminista boicoteada por sus alumnas imparta otra clase por contravenir las normas del centro» – Barcelona 2022.

Tensió a la presentació d’un llibre crític amb la “ideologia transgènere” – Sabadell 2023.

La infancia trans no existe, pero se fabrica

La idea de que existe una infancia trans es el pretexto que necesita el transactivismo adulto para aprobar las leyes de identidad de género y aducir que se trata de garantizar derechos humanos, como afirma Heather Brunskell-Evans (2018). Si la identidad de género es un sentimiento innato disociado del cuerpo sexuado de la persona, esta identidad existe desde el nacimiento.

Lo que dice el transgenerismo:

Muchos niños y adolescentes desconocen cuál es su verdadera identidad de género porque han sido encasillados en categorías binarias y erróneas. Si se observan preferencias en el juego, la ropa, las amistades y el comportamiento prototípico del otro sexo, probablemente se trata de una niña o de un niño trans. Hay que ayudar a salir del armario a estos niños y adolescentes y protegerlos ante la posible intolerancia y no aceptación de sus familias.

Sin embargo, a menudo, una criatura sabe cuál es su identidad de género y lo que debe hacer su entorno es reducir el sufrimiento que le produce la incongruencia entre el cuerpo que tiene y quien realmente es. Se trata de afirmar la identidad de género expresada.

El hecho de que la sociedad asigne una identidad de género según los genitales del cuerpo es la causa del malestar y hay que actuar lo antes posible modificando el cuerpo para adaptarlo a su auténtica identidad sentida. El cuerpo sano de los niños se modifica con fármacos para detener la pubertad y el desarrollo de los caracteres sexuales secundarios. Es el inicio de la transición.

En el video que se puede ver a continuación la madre de un niño de P3 de un centro público expone y denuncia cómo es la formación organizada por la Affac (Asociación de Familias de Alumnos de Cataluña) titulada «A mi hijo le gusta vestirse de niña» impartida por El Taller y dirigida a todas las familias de niños de sexo masculino. Unos contenidos sin ningún fundamento científico, sexistas y homófobos, donde se recomienda a las familias que lleven a las criaturas a entidades transactivistas como Chrysallis y al servicio Trànsit del Instituto Catalán de la Salud, que interrumpe el sano desarrollo de niños y niñas con bloqueadores de la pubertad y hormonas cruzadas.

Lo que ocurre en realidad:

La disforia de género infantil está descrita en el DSM-5 de la American Psychiatric Association, es un fenómeno conocido que se detecta a partir de indicadores psicosociales y no se puede confundir con las dudas y juegos de niñas y niños sobre su sexo en los primeros estadios del desarrollo infantil. El malestar con el propio cuerpo debe situarse en el marco de la construcción de la identidad en relación con el entorno familiar, afectivo y social y con la vulnerabilidad psicosocial de los niños. Errasti y Pérez Álvarez (2021) señalan el impacto negativo que en estos casos puede tener el relato que circula sobre la posibilidad de nacer en un cuerpo equivocado.

El estudio longitudinal más importante sobre disforia de género en la pequeña infancia entre niños (más frecuente que entre niñas) muestra cómo se produce una resolución espontánea al llegar a la adolescencia de casi el 90%, y alrededor de un 70% de estos niños se declaran homosexuales (Singh, Bradley y Zucker, 2021). Pero los casos de menores, sobre todo niñas y chicas, que se declaran trans y acuden a las unidades de tratamiento de la identidad de género no paran de aumentar.

La Dra. Lisa Littman (2019; 2021) ha identificado un patrón de contagio social entre las adolescentes que se declaran trans, en grupos de amigas, sin haber mostrado con anterioridad ningún signo de disforia de género: la Disforia de Género de Inicio Rápido (Rapid Onset Gender Dysphoria). Todas habían aumentado considerablemente su exposición a las redes sociales y la inmensa mayoría son chicas. Este patrón se observa en todos los países.

Aquí contamos con un recurso muy importante, la agrupación de familias AMANDA: https://www.amandafamilias.org/

En La coeducación secuestrada. Crítica feminista a la penetración de las ideas transgeneristas en la educación (2022), de Sílvia Carrasco (coord.), Ana Hidalgo, Araceli Muñoz y Marina Pibernat, las autoras han mostrado cómo se lleva a cabo la fabricación de la infancia y la adolescencia trans, de las aulas a las hormonas: el proceso de exposición a contenidos y ejercicios de inducción (hacer dudar de ser niña o niño en función de estereotipos sexistas), captación (hacer creer que eres trans si no encajas en estos estereotipos), afirmación (y celebración ritualizada) de ser trans cuando se expresa la duda inducida, y derivación a los servicios sanitarios (para iniciar intervenciones farmacológicas vitalicias) y a las entidades transactivistas (que acompañarán a la familia).

La asociación DoFemCo (Docentes Feministas por la Coeducación) trabaja incansablemente para denunciar esta situación, con formación y apoyo al profesorado: https://dofemco.org/

Aferrarse al relato de ser trans, valorado por el entorno social inmediato de los iguales y de la cultura popular, es una forma de enmascarar otras problemáticas graves en niños y adolescentes con diversas vulnerabilidades psicosociales y un obstáculo para poder abordar las causas del malestar adecuadamente.

Otro aspecto preocupante del transgenerismo en relación con la infancia es que, basándose en la teoría queer, también considera que la edad es una categoría rígida que niega los derechos sexuales de la infancia. Con la introducción del concepto de consentimiento a cualquier edad se está planteando la democratización de la sexualidad (manifiesto), que en realidad abre la puerta al acceso sexual de los adultos a los menores.

El relato transgenerista insiste en la presentación naturalizada y mística de la «identidad innata trans». Por ejemplo, en este cuento de la poderosa asociación de familias trans Chrysallis (En la piel de Daniel) o en la recientemente premiada película 20.000 especies de abejas, como ha expuesto el análisis feminista.

Quién promueve la ideología de la identidad de género en el mundo

Detrás de esta ideología y de las leyes que de ella se derivan se esconden intereses tanto económicos como ideológicos que pretenden apuntalar más aún el sistema capitalista neoliberal implantando la agenda transhumanista, con las profundas consecuencias que ello acarreará.

└ El proyecto transhumanista y las empresas que lo apoyan

En 2006 la fundación privada ARCUS International reunió a un conjunto de especialistas en derechos humanos, cercanos al entorno del activismo gay, para elaborar un documento conocido como Principios de Yogyakarta, de carácter privado y sin ningún valor jurídico, que el transactivismo presenta como un documento oficial y vinculante. El objetivo de este documento fue introducir el concepto de identidad de género al mismo nivel que el de orientación sexual y enmarcarlo en el ámbito de los derechos humanos de las minorías agrupadas bajo el paraguas artificial LGTBIQ+. 

En una segunda reunión, en 2017, estos objetivos se amplían (Principios de Yogyakarta+10) para redefinir y equiparar los conceptos sexo y género, presentándolos como intercambiables, con el objetivo final de lograr la eliminación del sexo como categoría jurídica. Esto, además de suponer una seria amenaza para los avances conseguidos en los derechos de las mujeres, ya que al borrar el sexo se borra la causa de nuestra opresión (ver apartado 2), plantea la disociación completa del cuerpo y la persona.

Esta disociación, defendida por la teoría queer, es la base del proyecto transhumanista y posthumanista. El transhumanismo es un movimiento ideológico que propone ir más allá de las limitaciones de lo humano con la ayuda de la biotecnología. El proyecto posthumanista (Humanity+) se presenta como un compromiso con la mejora de la vida humana, creando seres humanos más perfectos, sin déficits ni enfermedades y con capacidades ampliadas.

El lado oscuro de este proyecto es que se formula en un contexto de acceso y control desigual de los supuestos beneficios que se auguran y que para desarrollar el proyecto transhumanista es necesario experimentar con seres humanos, especialmente en todo lo que tiene que ver con la creación y el desarrollo de la vida humana, y esto no es posible sin cambiar las leyes. El conglomerado de empresas que apoyan y financian el proyecto transhumanista actúa como lobby, presionando a los estados y a las organizaciones para que se implante su agenda.

Este proceso se está llevando a cabo siguiendo la estrategia del bufete de abogados Denton’s: evitar el debate público y presentar estos alarmantes cambios como derechos humanos de un colectivo oprimido para neutralizar todo cuestionamiento. Así, se ha ido presionando y marcando la agenda de organizaciones internacionales como la ONU, influyendo en las políticas de igualdad –que progresivamente se están renombrando como políticas de género–, educación o salud de un número creciente de instituciones gubernamentales y no gubernamentales a nivel estatal y supraestatal. Algunos de los redactores de los principios de Yogyakarta han ido ocupando puestos de alta responsabilidad en ellas, como Michael O’Flaherty, director de la Agencia de Derechos Fundamentales de la Unión Europea o Victor Madrigal Borloz, experto independiente de la ONU en materia de orientación sexual e identidad de género, tal como explica Women’s Declaration International.

└ El complejo médico-industrial de la identidad de género

Es muy importante comprender que detrás de la expansión de las infancias trans y de la industria de los derechos reproductivos (también llamada justicia reproductiva) hay corporaciones de la industria médico-farmacéutica que han visto en ello una fuente inacabable de negocio además de la posibilidad de experimentación

El relato omnipresente sobre las bondades de esta experimentación con humanos es posible porque grandes corporaciones de comunicación y del complejo médico-industrial comparten buena parte de su accionariado y están involucradas en el proyecto transhumanista. No es casual que Facebook, PlayStation, Microsoft, Google o Disney hayan suscrito la iniciativa Trans Right are Human Rights impulsada por Trans in the City (https://www.transinthecity.co.uk/). Por ejemplo, Disney Corporation está detrás de la financiación de un buen número de clínicas de expansión del género dirigidas a menores en los EEUU. 

La periodista de investigación Jennifer Bilek, autora del blog The 11th hour, expone con detalle cómo y por qué se construyen lo que ella llama Synthetic Sex Identities (SSI) y las conexiones económicas y políticas del Complejo Médico Industrial (Techno Medical Complex).

Las cifras de los beneficios de los servicios de reasignación de sexo de este complejo médico-industrial crecen a un ritmo de más de un 25% anual desde 2019.

Algunas entrevistas en castellano que profundizan en este análisis:

“La industria de reasignación de sexo espera convertir a más niñas en “niños” ya que calcula que ellas serán el 75% del mercado” – Entrevista de Nuria Coronado a Kajsa Ekis Ekman en La Hora Digital.

¿Quiénes son los hombres blancos, ricos, que están institucionalizando la ideología transgénero? – de Jennifer Bilek.

Cómo se propaga la ideología de la identidad de género

└ A través de las leyes

La ideología transgenerista convierte en ley la ficción trans, la idea falsa de que el sexo se puede cambiar. La ley trans de 2023 reconoce el derecho a la elección del sexo legal con una simple declaración, a todos los efectos, y la despatologización de las identidades trans, facilitando la adaptación del cuerpo al deseo y la percepción de la mente. Y además impone estas ideas, por lo que discrepar es un delito de odio perseguido con sanciones y multas.

¿Cómo hemos llegado hasta aquí? Breve cronología de la expansión de una estrategia internacional y de una transformación jurídica soterrada. NTD (Documental)

En marzo de 2007 se aprobaron dos leyes que tenían dos conceptos de género totalmente contrapuestos:

  • La Ley 3/2007, del 15 de marzo, reguladora de la Rectificación Registral de la Mención relativa al Sexo de las Personas, que definía el género como identidad, siguiendo los objetivos de los Principios de Yogyakarta, un documento sin valor legal surgido de una reunión privada convocada por la Fundación ARCUS, detrás del proyecto de experimentación transhumanista (Humanity+). Su finalidad es la eliminación del sexo como base de las leyes.
  • La Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo, para la igualdad efectiva de mujeres y hombres, todavía vigente, que define el género como opresión de mujeres y niñas y base de la violencia machista a erradicar, tal y como consta en el Convenio de Estambul del Consejo de Europa, el tratado vinculante de referencia firmado por España.

Desde 2007 se intensifica la presión política, académica y cultural del transactivismo y el concepto de género como identidad sustituye progresivamente al concepto de género como opresión.

Desde 2014 se aprueban 40 leyes y protocolos educativos y sanitarios trans en los parlamentos autonómicos, sin debate público ni información a la ciudadanía.

Desde 2020 se aprueban otras 5 leyes que incorporan la identidad de género y el resto de ideas transgeneristas: la ley catalana contra la violencia machista (Llei 17/2020, de 22 de desembre, de modificació de la Llei 5/2008, del dret de les dones a erradicar la violència masclista); las leyes estatales de Educación (Ley Orgánica 3/2020, de 29 de diciembre, por la que se modifica la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación), de protección de los menores (Ley Orgánica 8/2021, de 4 de junio, de protección integral a la infancia y la adolescencia contra la violencia), la del sí es sí (Ley Orgánica 10/2022, de 6 de septiembre, de garantía integral de la libertad sexual) y la del Deporte (Ley 39/2022, de 30 de diciembre, del Deporte).

Entre 2018 y 2022 hay tres intentos de aprobar una ley trans estatal, que culminan el 28 de marzo de 2023 con la Ley para la igualdad real y efectiva de las personas trans y para la garantía de los derechos de las personas LGTBI. Esto hace un total de 46 leyes trans o que contienen ideología transgenerista.

AñoLeyes y protocolos aprobados. Instrucciones internas
2014Ley trans en Andalucía
Llei LGTBI i trans a Catalunya
Ley LGTBI y trans en Galicia
2015Ley LGTBI y trans en Extremadura
Protocolo educativo trans en Andalucía
2016Llei LGTBI i trans a les Balears
Ley LGTBI y trans en Madrid
Ley LGTBI en Murcia
Protocol educatiu trans a les Baleares
Protocolo educativo trans en Castilla La-Mancha
Protocolo educativo trans en Euskadi
Protocolo educativo trans en Extremadura
Protocolo educativo trans en Galicia
Protocol educatiu trans a València
Protocolo sanitario trans en Andalucía
Instrucción, protocolo sanitario trans en Aragón
2017Llei LGTBI i trans a València
Ley LGTBI y trans en Navarra
Protocolo educativo trans en Canarias
Protocol educatiu trans a Catalunya
Protocolo sanitario trans en Valencia
2018Ley trans en Aragón
Ley LGTBI y trans en Andalucía
Protocolo educativo trans en Madrid
Protocolo sanitario trans en Cantabria
Protocolo sanitario trans en Castilla La-Mancha
Protocolo sanitario trans en Navarra
2019Ley trans en Euskadi
Ley LGTBI y trans en Aragón
Protocolo educativo trans en Melilla
Protocol sanitari trans a les Balears
Protocolo sanitario trans en Canarias
Protocolo sanitario trans en Extremadura
2020Ley LGTBI y trans en Cantabria
Protocolo sanitario trans en Murcia
2021Ley trans en Canarias
2022Ley trans en La Rioja
Ley LGTBI y trans en Castilla La-Mancha
Protocolo sanitario trans en Madrid

Fuente: El impacto del modelo afirmativo en la salud de las personas adultas y menores, Confluencia Movimiento Feminista (2023)

└ A través de los medios de comunicación y la educación

Actualmente, todos los medios de comunicación hablan de la realidad trans sin mostrar voces críticas con el transgenerismo. Los programas, series, películas e incluso dibujos animados infantiles incluyen personajes trans que refuerzan esta visión y las redes sociales están llenas de influencers que la promueven.

La ideología transgenerista también se impone a través del lenguaje. Mujeres y hombres se reducen a cuerpos con funciones fisiológicas y reproductivas. Se habla de cuerpos y no de personas: cuerpos menstruantes, cuerpos gestantes; se habla de mujeres y niñas cis, en contraposición a mujeres y niñas trans (en el primer caso, cuando coincide el sexo asignado con la identidad de género; en el segundo caso, cuando no es así), es decir, pasamos a ser un tipo de mujeres. Las orientaciones sexuales también se combinan y se habla, por ejemplo, de mujeres trans lesbianas, que se dice que tienen un pene femenino… O bien se llama padres embarazados a las mujeres que se consideran varones y tienen hijos. Dicen que el sexo no se observa, sino que se asigna. Y se inventan un lenguaje con un tercer género gramatical inexistente, el neutro, en todos los idiomas (por ejemplo, con plurales terminados en –is en catalán, en –es en castellano, o sustituyendo she/he por they en inglés).

La ideología transgenerista ya se ha instalado en todas las etapas educativas, desde la educación infantil hasta las universidades. Como explica La coeducación secuestrada. Crítica feminista a la penetración de las ideas transgeneristas en la educación, los formularios oficiales tienen casillas para el sexo o género sentido; las entidades transactivistas forman y sensibilizan al profesorado, alumnado y familias en las falacias queer, que sustituyen a la ciencia, y los materiales educativos y las actividades de ocio están reformulados desde la ideología transgenerista y reproducen ideas anticientíficas y estereotipos sexistas.

En Cataluña, el Departament d’Educació promueve un programa inspirado en el transgenerismo, Coeduca’t, entre el profesorado. La obligación del profesorado es afirmar la identidad que declare la alumna/o y adaptar las instalaciones (baños, vestuarios, etc.) y las actividades (deportes, salidas, charlas, etc.) a la nueva realidad trans, sin tener en cuenta la intimidad y la seguridad de las alumnas, como ha mostrado un informe de DoFemCo. Se establecen sanciones contra toda opinión crítica, que se considera transfobia.

En el ámbito sanitario, se impone el modelo afirmativo de abordaje de la disforia de género, partiendo del autodiagnóstico de la persona, y ya se está modificando el currículum universitario y la formación permanente del personal sanitario en todos los ámbitos de las ciencias de la salud desde la perspectiva transgenerista. ¡Esto ocurre justo cuando se empezaba a entender que las mujeres hemos sido invisibles para la medicina y que es necesaria una medicina con perspectiva de género, porque mujeres y hombres tenemos biologías y experiencias sociales diferentes que afectan de forma diferencial a nuestra salud! Para profundizar en el tema: webinar con Carmen Valls, doctora endocrinóloga.

El impacto de la ideología de la identidad de género en la salud

La investigación internacional que recoge sistemáticamente la Society for Evidence-Based Gender Medicine (SEGM) desmiente los beneficios para la salud mental de lo que se conoce como terapia afirmativa en personas con disforia (ni la reduce, ni disminuyen las ideaciones suicidas) y alerta contra los graves daños causados ​​por el tratamiento farmacológico de niños con bloqueadores de la pubertad y hormonación cruzada. Sin embargo, desde 2017 en Cataluña se implementa el modelo afirmativo de atención a las personas con disforia de género, que considera que el papel de los profesionales consiste en afirmar la identidad expresada por cada persona y facilitarle médicamente el tránsito al sexo preferido. Para el transgenerismo, como hemos visto, rechazar el propio cuerpo sexuado y querer transformarlo no es un trastorno y por eso no sólo no considera necesario ningún abordaje desde la salud mental sino que considera transfobia explorar sus causas. El activismo trans impone su modelo de atención en todas partes.

Pero los bloqueadores de la pubertad y la hormonación cruzada tienen consecuencias nefastas y a menudo irreversibles para la salud. Son medicamentos fuera de ficha técnica, es decir, que sirven para tratar otras enfermedades y no están pensados, testados ni aprobados para tratar nada relacionado con la disforia de género, que no es un trastorno físico, y están explícitamente contraindicados en el caso de las mujeres y de la población infantil y adolescente en proceso de crecimiento. Se utilizan únicamente para modificar la apariencia del sexo, masculinizando los cuerpos de las chicas y feminizando los cuerpos de los chicos con caracteres sexuales secundarios del sexo contrario.

Los bloqueadores de la pubertad son medicamentos antagonistas de la GnRH (gonadotropina) que impiden la elaboración de hormonas sexuales que comienzan a fabricar los ovarios y los testículos en la pubertad. El más conocido es el Lupron que se utiliza para tratar el cáncer de próstata, mama, ovarios y endometrio, y para la castración química de delincuentes sexuales. Los informes más recientes reiteran que sus efectos son: ausencia del crecimiento, falta de maduración sexual, impotencia, aumento de colesterol, osteoporosis, infertilidad, depresión, fatiga, etc.

«Ningún niño o adolescente al que se haya bloqueado la pubertad en Tanner 2 (10-14 años) ha experimentado el orgasmo. Ni uno.»

Marci Bowers, 2022 (presidente de WPATH, Asociación Mundial de Profesionales de la Salud Transgénero y cirujano de Jazz Jennings)

El desarrollo de la pubertad, a diferencia de lo que declara el transgenerismo, no se puede detener y reanudar más adelante sin problemas si se cambia de parecer. La hormonación de un cuerpo sano con hormonas cruzadas (del otro sexo) tampoco es del todo reversible, deja secuelas de por vida. Además de los cambios que se quieren conseguir, es necesario ver también los efectos secundarios que provoca:

La hormonación con testosterona en una mujer provoca: alargamiento del clítoris, crecimiento del pelo facial, acné, aumento de musculatura y peso, cambios en la voz, alopecia, apnea, desestabilización de problemas psiquiátricos, hipertensión, diabetes, pérdida de densidad ósea, cáncer de mama, cáncer de cérvix, cáncer de ovario, cáncer de útero, atrofia vaginal, infertilidad, etc.

La hormonación con estrógenos en un hombre provoca: aumento de las mamas, reducción de masa muscular, impotencia, cambios en la voz, enfermedades cardiovasculares, aumento de peso, hipertensión, hiperprolactinemia, diabetes, infertilidad, cáncer de mama, etc.

Después de la hormonación, el modelo afirmativo ofrece completar la transición con cirugías de reasignación de sexo, que modifican el cuerpo y los genitales para parecer del otro sexo. En el caso de las mujeres las operaciones más frecuentes son las dobles mastectomías, seguidas de las histerectomías y faloplastias. En los hombres, las implantaciones de mamas, las vaginoplastias y la feminización de la voz y de la cara. Estas operaciones son irreversibles y conllevan complicaciones graves a lo largo de toda la vida.

└ Cuál es la incidencia de la disforia y qué impacto tiene el modelo afirmativo aplicado

Feministes de Catalunya ha realizado el único informe longitudinal de la evolución del número de casos atendidos por el Servicio Trànsit, la unidad de referencia especializada en disforia de género en Cataluña, que aplica el modelo afirmativo. Los datos muestran que los casos han aumentado sin cesar desde 2012, y de forma exponencial desde 2017. Sólo entre 2020 y 2021, durante la pandemia, el aumento de casos es del 40%. Cada vez se atienden a más mujeres y estas cada vez son más jóvenes (a menudo menores). En Cataluña, entre las personas atendidas por el Servei Trànsit, existe un patrón de edad claro, persistente y diferenciado por sexo. Entre los menores de 9 años predominan los niños (59,3%); entre preadolescentes y hasta los 18 años predominan las chicas (66,3%); entre adultos predominan los varones, que son casi el 70% entre mayores de 30 años.

Sólo teniendo en cuenta los datos del Servicio Trànsit (sin datos de la medicina privada ni de la endocrinología pediátrica), el crecimiento acumulado entre 2015 y 2021 por grupos de sexo y edad muestra que el grupo que más ha crecido en este período es el de las niñas de 10 a 14 años (5.700%). Estas mismas tendencias se han observado en otros países y también en el resto de España.

En un informe de 2016, el mismo Servicio Trànsit publicó que el 87% de los casos salían de la primera consulta con la receta de las hormonas. La ginecóloga que creó el servicio, Rosa Almirall, como expone la investigación de Martín Endara, la hormonación se lleva a cabo siguiendo la demanda y el ritmo de la persona que acude al servicio.

└ Qué han hecho otros países. Cuáles son las recomendaciones médicas 

En 2018, alarmado por el aumento del 4.400% en el número de niñas adolescentes que pedían un cambio de sexo en menos de una década, el gobierno británico encargó una investigación independiente. El Informe Cass concluye que la unidad de identidad de género en menores (GIDS) de la Clínica Tavistock-Portman, el equivalente a Trànsit, no llevaba un registro eficiente de datos y lo atribuye al rápido incremento de casos y a la quiebra en los mecanismos habituales de control de calidad del servicio. También se hace eco de la carencia de consenso y de la existencia de una discusión abierta sobre la naturaleza de la disforia de género y, consecuentemente, sobre la respuesta clínica más apropiada.

En Suecia, el Hospital Karolinska, de referencia en el tratamiento de los casos de disforia de género, decidió en 2021 dejar de prescribir bloqueantes de la pubertad y hormonas cruzadas a menores de edad después de estudios longitudinales sobre sus consecuencias.

En 2020 Finlandia prohibió recetar terapia hormonal después de un estudio publicado en Nordic Journal of Psychiatry a partir de los datos registrados sobre los casos atendidos después de años de aplicar el modelo afirmativo y observar el incremento exponencial en el número de casos y su impacto.

En Cataluña, el Colegio de Médicos ha publicado un documento de posicionamiento sobre el abordaje en la atención de niños y adolescentes en el que se recomienda la evaluación de salud mental y el abordaje psicológico por encima del farmacológico y descartar el uso de fármacos off-label.

“Los profesionales deben proporcionar información clara y de fácil comprensión para el menor y para sus padres o tutores sobre los procedimientos (incluyendo riesgos y beneficios potenciales, expectativas y limitaciones y la posibilidad de reversibilidad de las opciones), así como sobre la necesidad de evaluaciones psicológicas y endocrinológicas, valorando trastornos psiquiátricos o comorbilidades, asociados o no a la condición trans, y priorizar herramientas de abordaje psicológico respecto al farmacológico”.

Algunos datos apuntan la hipótesis de que el aumento de las transiciones entre chicas adolescentes pueden estar sustituyendo a los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA), especialmente, la anorexia, que también es trastorno de percepción y rechazo del cuerpo.

El impacto del Informe Cass (2024)

Tres revelaciones importantes desde enero de 2024 empiezan a cuestionar el tratamiento de menores sanos con hormonas. En febrero de 2024, la Organización Mundial de la Salud (OMS), a raíz de las presiones de asociaciones médicas y organizaciones feministas lideradas por la Society for Evidence-Based Gender Medicine (SEGM) se ve obligada a modificar sus nuevas orientaciones sobre la “salud transgénero” en el caso de los menores. Declara que no va a incluir ninguna recomendación sobre infancia y adolescencia ni sobre el impacto a largo plazo del “modelo afirmativo” con bloqueadores de la pubertad y hormonas cruzadas (esto es, medicar según el autodiagnóstico de la persona, a cualquier edad) porque la evidencia sobre sus supuestos beneficios es diversa y limitada. Este mismo mes, el modelo afirmativo, también llamado modelo holandés, ha sido puesto en cuarentena en el país que le da nombre.

En marzo de 2024, se descubren las conversaciones privadas entre personal sanitario del World Professionals for Transgender Health (WPATH) que demuestran una negligencia profesional escalofriante en el tratamiento con bloqueadores de la pubertad y hormonas cruzadas: de nuevo, ni los menores ni sus familias fueron informados adecuadamente de sus riesgos y efectos a largo plazo. Efectos que incluyen, según la investigación más reciente: atrofia del crecimiento, falta de maduración sexual, futura anorgasmia e impotencia, aumento del colesterol, osteoporosis, infertilidad, depresión o fatiga crónica, entre otros.

Y ya en abril de 2024 se publica la versión completa del Informe Cass, dirigido por la prestigiosa pediatra Dra. Hillary Cass, que ha trabajado durante cuatro años sobre el impacto del “modelo afirmativo” y el tratamiento hormonal de menores con disforia de género en 23 unidades hospitalarias especializadas. Sus conclusiones son demoledoras y todos los periódicos importantes del Reino Unido lo anuncian en portada. El informe demuestra que el tratamiento proporcionado durante años a los menores con bloqueadores de la pubertad y hormonas cruzadas carece de fundamento, se ha aplicado de forma negligente, sus efectos son nocivos e irreversibles (además de conducir a cirugías como la amputación de mamas, pene, y otras) y no hay evidencia de posibles beneficios para su salud mental.

El informe es resultado de un encargo de investigación para explicar a qué se debe el aumento de casos de disforia, en especial de niñas. Afirma que su malestar se ha abordado sin base científica, dada la mala calidad de los estudios en los que se han basado, además de confirmar una alta comorbilidad en los casos (con TEA, factores psicosociales, abusos sexuales, etc.) que ha sido imprudentemente desatendida. Denuncia que se ha cedido a presiones activistas ajenas a la práctica clínica y que debe priorizarse la psicoterapia y los enfoques médicos estandarizados, y no la hormonación masculinizante/feminizante antes de los 18 años. El informe advierte, además, de las responsabilidades de la sanidad privada en el tratamiento y en la prescripción comercial de hormonas. Además, también señala el impacto del entorno educativo y mediático que ha contribuido al aumento exponencial de casos de disforia de género en la infancia y la adolescencia. Todo coincide plenamente con el Informe Trànsit y con La Coeducación Secuestrada.

Entrevista a la Dra. Hilary Cass: https://www.youtube.com/watch?v=gNTkEoSAaKI

Recursos destacados

Resumen de las recomendaciones del Informe Cass

Esta es nuestra traducción del informe ejecutivo de la versión final del Informe Cass hecho público en abril de 2024, tras cuatro años de investigación y más de 400 páginas con todos los detalles

Desmintiendo bulos y falsedades

A continuación respondemos a algunas noticias engañosas y falsedades ampliamente extendidas.

FalsedadRespuesta
Se puede nacer en un cuerpo equivocadoFalsedad que puede incidir en problemas mentales preexistentes, de autoestima y de identidad, especialmente en la infancia
La especie humana no es binariaAfirmación falsa que contradice la biología de la reproducción humana
El sexo se puede cambiarPensamiento mágico que quiere convertir los deseos en hechos únicamente por afirmarlos
El género es una identidadConcepción sexista que eleva la categoría social de género a una identidad esencial e innata, aunque también sostiene que puede fluir y cambiar
La orientación sexual es como la identidad de géneroAsimilación homófoba de la atracción por el mismo sexo a la existencia de un sexo sentido que, en última instancia, reproduce la heterosexualidad
Hay cerebros de chicas y cerebros de chicosCreencia neurosexista que ha estado invalidada por la investigación científica, especialmente a raíz de los descubrimientos de la epigenética
Fuente: La coeducación secuestrada, de Sílvia Carrasco, Ana Hidalgo, Araceli Muñoz y Marina Pibernat

  • Mejor un hijo trans que una hija muerta. Mejor una hija trans que un hijo muerto

No hay datos que demuestren que los menores tengan más probabilidades de cometer suicidio si no se les afirma y transiciona. Sí que hay estudios que muestran que un 70-90% de los adolescentes superarán la disforia si no se les transiciona socialmente.

  • Cerebro de niño en un cuerpo de niña 

La neurociencia ya ha demostrado que no existen diferencias profundas y fundamentadas entre los cerebros de las mujeres y de los hombres. El neurosexismo está superado, no se sustenta científicamente y sólo tiene el propósito de justificar estereotipos y roles de género. Se puede consultar, por ejemplo, este artículo en que se presenta el libro The Gendered Brain de la neuróloga Gina Rippon.

  • La transición social es inocua 

La transición social genera una disonancia entre lo que la familia y el entorno le dice al menor que es y el cuerpo y el sexo que sabe que tiene. Cuando desarrolle caracteres secundarios odiará su cuerpo y deseará interrumpir su desarrollo demandando bloqueadores de la pubertad. Lo que nos dicen en la infancia queda fijado en nuestra psique. Se puede consultar, por ejemplo, este artículo de AMANDA. 

  • Los bloqueadores de la pubertad sirven para darles tiempo y son reversibles 

El 98% de los niños que inician tratamientos bloqueadores de la pubertad (agonistas de la GnRH) continúan con hormonas sexuales cruzadas (estrógenos o testosterona) y cirugías. Entre sus muchos efectos adversos están la disminución de la densidad ósea, la afectación a la fertilidad y a la función sexual (esterilización y anorgasmia), cambios en el cerebro, aumento de pensamientos suicidas, mayor riesgo de infarto, sofocos, dolores de cabeza y migrañas. 

Los bloqueadores de la pubertad que se suministran a menores con disforia son las mismas drogas que se usan para tratar la endometriosis y el cáncer de próstata o en la castración de delincuentes sexuales. Sus efectos son permanentes. Los niños no pueden dar consentimiento libre e informado a estas intervenciones.

«Todos y cada uno de los niños a los que se ha bloqueado la pubertad en el estadio 2 de Tanner (9 – 11 años) NUNCA han experimentado un orgasmo. Es decir, realmente se trata de cero».

Marci Bowers Presidente de WPATH y responsable de la cirugía de Jazz Jennings

Destransicionadoras y desistidoras

La destransición es la interrupción y reversión del proceso de transición de género ya comenzado. El desistimiento, en cambio, es el abandono de las ideas de transición previas a ninguna atención médica. En España no se recogen datos de destransiciones o desistimientos, tampoco se estudian sus causas y no existen protocolos vigentes de asistencia sanitaria en estos casos.

Al tiempo que aumenta exponencialmente el número de transiciones, también lo hace el número de destransiciones. No se recogen datos oficiales y desde el activismo se afirma que se trata de casos residuales, sin embargo, el Subreddit detrans tiene más de 47.000 personas suscritas y cada día salen a la luz más testimonios de personas que han destransicionado o desistido.

El caso más mediático ha sido el de Keira Bell en el Reino Unido. Keira Bell acudió a la Clínica Tavistock-Portman a los 15 años y allí recibió terapia afirmativa: bloqueadores de la pubertad a los 16 años, hormonación cruzada a los 17 y una doble mastectomía a los 20. Un año más tarde, dado que no había superado los problemas de depresión y ansiedad, vio que la transición había sido una decisión precipitada y demandó a la clínica que la sometió a todos estos procedimientos después de tres consultas médicas. El Tribunal Supremo falló a favor de Bell en una sentencia histórica.

En España ya han salido a la luz denuncias públicas y testimonios de destransicionadores como Sandra Mercado, autor del libro La estafa del transgenerismo: Memorias de una destransición (Tierra de Nadie, 2022) y Susana Domínguez, víctima de la terapia afirmativa y primera en denunciar a la sanidad pública española. También de desistidoras como Amelia Guerrero, activista y articulista gaditana, o Nagore de Arquer, estudiante de psicología y coautora de Mamá, soy trans (Deusto, 2023).

Dos destransicionadoras, alemana y belga, han recopilado historias de destransición de muchas chicas jóvenes en Europa en Post Trans.

Webinar: Destransición de género: ¿hay marcha atrás? de Pablo Expósito (2020). Pablo Expósito, psicólogo, máster en psicología y filosofía de la ciencia, habla sobre la destransición de género repasando los conceptos de identidad de género y disforia de género a partir de los resultados de su trabajo de investigación.

Documentales recomendados

└ Transgender Kids: Who Knows Best? (2017)

El documental explica los dos modelos que han existido en Canadá para hacer frente a las infancias «trans». Aunque no hay acuerdo sobre qué es lo que les ocurre a las niñas y a los niños transgénero, el modelo afirmativo se ha vuelto universal. Datos e historias personales que nos llevan a preguntarnos por qué desde el año 2010 se han visto incrementadas en un 400% las cirugías de reasignación de sexo y por qué se ocultan las altas tasas de desistimiento.

Podéis verlo siguiendo este enlace.

└ The Trans Train (2019)

El programa sueco de periodismo de investigación Uppdrag Granskning ha dedicado varios capítulos a las transiciones en la adolescencia y la infancia. The Trans Train presenta los testigos de destransicionadores y analiza el aumento de la disforia de género en chicas con entrevistas a profesionales y políticos. El programa dedica otro capítulo al fenómeno de las infancias trans. 

└ Dysphoric (2021)

Una serie documental sobre el aumento de la ideología de la identidad de género y sus efectos sobre las mujeres y las niñas, especialmente en los países en desarrollo. A través de cuatro capítulos el documental explica cómo es ser mujer en un mundo que odia a las mujeres, la medicalización de las personas que se auto-identifican como trans, el arrepentimiento trans mediante las destransiciones y cómo trabajar para un futuro crítico con la ideología de género.

└ TERF Wars (2021)

Este documental con toques humorísticos investiga la guerra ideológica entre las feministas críticas con la ideología de género y los transactivistas, que culmina en los llamamientos a la cancelación de la autora británica Joanne Rowling. A través de montajes de vídeos de Internet se evidencian la misoginia, las incongruencias y el fanatismo del transactivismo.

└ Adult Human Female (2022)

Este documental británico analiza el choque entre los derechos de las mujeres y la ideología trans que ha impregnado las instituciones. Por un lado, se insiste en que no hay debate y, por otro, los disidentes son cancelados por tránsfobos. No se trata sólo de una lucha para defender los derechos de las mujeres: la protección de los niños, la realidad, la razón y la democracia también están en riesgo.

└ Affirmation Generation (2023)

Un documental sobre las mentiras de la medicina transgenerista de la mano de seis testimonios de destransicionadores y las entrevistas de un equipo multidisciplinar de personal sanitario con décadas de experiencia clínica. El documental de 90 minutos cita 45 artículos médicos y periodísticos revisados por expertos, demostrando que la atención actual de la disforia de género es nociva para los pacientes.

https://youtu.be/oDZeorhAAAY

└ The Call is Coming From Inside The House (2022)

Se trata de una serie de cortometrajes que documenta el fervor religioso posmoderno entre las élites culturales actuales.

Libros para profundizar

└ Material Girls: Why Reality Matters for Feminism, de Kathleen Stock

Material Girls, traducido al castellano pero conservando el título en inglés, es un ensayo sobre los orígenes y principales planteamientos de las teorías de género, escrito de una forma sencilla y clara que comienza por revisar el significado de las palabras. Sexo y género, sexo asignado al nacer, construcción social, realidad material del sexo por contraposición a sentimiento subjetivo de identificación con unas ideas construidas sobre cómo son las mujeres y los hombres, etc. Con un estilo llano y respetuoso, desmonta los argumentos de los transactivistas y demuestra que la realidad material es esencial en la defensa de los derechos de las mujeres. Se puede consultar una reseña más extensa en nuestro blog. Kathleen Stock tuvo que dejar su puesto de trabajo en la Universidad de Sussex porque le hacían la vida imposible y desde entonces participa en debates y entrevistas para defender la razón frente al gran público en Reino Unido. (Shackleton Books, 2022) 

└ Sobre la existencia del sexo, de Kajsa Ekis Ekman

Este ensayo habla de las teorías de identidad de género como reacción del sistema patriarcal. Estas teorías, utilizando un lenguaje feminista y transgresor, favorecen unos intereses económicos dirigidos a consolidar aún más el sistema patriarcal y volver a los roles de género cuestionados por el feminismo. Como muestra Ekman, nos encontramos en un momento en el que visiones que considerábamos superadas (o a punto de ser superadas) vuelven al discurso público con una apariencia de progreso. El género (y no el sexo) parece ser de nuevo biológico, y con la excusa de defender los derechos de las personas trans se pretende rehacer el sistema legal, la definición oficial de lo que es ser un hombre o una mujer (cuando no se elimina directamente la palabra), poniendo en juego los derechos y libertades ganadas no sólo por las mujeres, sino también por las personas homosexuales. (Cátedra, 2021)

La coeducación secuestrada, de Sílvia Carrasco, Ana Hidalgo, Araceli Muñoz y Marina Pibernat

La obra advierte contra la penetración de las ideas transgeneristas en las escuelas y cómo a través de apropiarse del nombre de la coeducación defiende la existencia de infancias trans y lleva cada vez más a niños y adolescentes, en especial chicas, hacia las hormonas con ideas falsas de apariencia transgresora. Está basada en tres años de recopilación y análisis de evidencias y casos, leyes y protocolos educativos “trans”, medios de comunicación y cultura digital infanto-juvenil, programas de sensibilización y talleres de formación sobre la cuestión trans en el mundo educativo, así como el papel de las entidades transactivistas con alumnado y familias. Las autoras van más allá en su análisis y ponen sobre la mesa todo lo que esconde la agenda transgenerista y sus funestas consecuencias en el marco del neoliberalismo y por qué apropiarse de la herramienta principal del feminismo para transformar la sociedad es vital para esta agenda. (Octaedro, 2022)

Nadie nace en un cuerpo equivocado, de José Errasti y Marino Pérez

A partir de un título que es el mensaje clave de la crítica a las ideas de identidad de género y las teorías queer, los autores abordan estas cuestiones desde una perspectiva psicológica, filosófica y de comunicación. La primera edición del libro se vendió antes de salir publicado y lleva ya 12 ediciones. Tal y como decía Silvia Carrasco en su reseña de Babelia, la presencia de los ejemplares en los escaparates de las librerías podría considerarse una pancarta que alerta de que el emperador va desnudo, con una portada llamativa de grandes letras amarillas sobre un fondo rojo. La obra analiza también el papel de la Universidad en la propagación de las teorías queers y cómo la mayoría de disciplinas están cediendo a presiones irracionales del transactivismo dominante entre el alumnado, y reclama el papel imprescindible del pensamiento crítico y libre para cumplir con su misión social. (Deusto, 2022)

Un daño irreversible. La locura transgénero que seduce a nuestras hijas, de Abigail Shrier

Irreversible Damage es una investigación periodística sobre la disforia de género de inicio repentino (Rapid-Onset Gender Dysphoria, RODG, término acuñado por Lisa Littman) que afecta cada vez a más niñas, adolescentes y jóvenes adultas en EEUU y en el mundo. La autora lleva a cabo una profunda investigación de la Disforia de Género entrevistando a madres y padres, médicos y consejeros de estas jóvenes, y también a las propias jóvenes afectadas por DGIR, tanto a las que inician transiciones como a las que cuando pasan la adolescencia y llegan a la edad adulta se arrepienten de las decisiones que tomaron cuando todavía no tenían suficiente madurez para comprender las implicaciones que comportaban. Este libro es una herramienta imprescindible para entender ese fenómeno. Se puede encontrar una reseña más extensa en nuestro blog. (Deusto, 2021)

Mamá, soy trans, de José Errasti, Marino Pérez y Nagore de Arquer

Este libro es un manual para ayudar a las madres y padres de niñas y adolescentes que se declaran trans. Con el apoyo de casos prácticos y ejemplos concretos, los autores intentan responder a las dudas que se plantean muchas familias: «¿qué hago si mi hija se declara trans?» y aportan pautas y preguntas para enseñar a dialogar y encontrar el origen del problema. Los mismos autores de Nadie nace en un cuerpo equivocado escriben esta vez un libro para las familias con Nagore de Arquer, joven desistidora y estudiante de psicología que puede hablar directamente desde su experiencia para contribuir a la verosimilitud a la hora de reconstruir cómo funciona la mentalidad adolescente cuando empieza a estar atrapada por estas ideas. (Deusto 2023)

El género daña, de Sheila Jeffreys

En esta obra pionera que desenmascara el transgenerismo como reacción patriarcal, Sheila Jeffreys ha realizado uno de los análisis más exhaustivos hasta el momento de las políticas de la identidad de género y la agenda queer. Tomamos la pregunta que se hacía Laura Lecuona en Tribuna Feminista en junio de 2022: ¿se imaginan que en lugar de promocionar el infame y oscurantista libro de Judith Butler El género en disputa, se hubiera popularizado cualquiera de las obras de Sheila Jeffreys? Especialmente Gender hurts, obra de obligadísima lectura que está disponible en castellano desde hace dos años gracias a la editorial feminista Labrys. Un texto riguroso, contundente y claro que establece la genealogía y el impacto de la penetración transgenerista como el auténtico misil disparado contra el feminismo, su absoluto y radical opuesto. Porque, como dice Laura, Sheila ya lo vio venir, y es incomprensible que esta obra no sea la referencia más citada en nuestro país para comprender su fenómeno, con honrosas excepciones. (Labrys Editorial, 2014)

Cuando lo trans no es transgresor, de Laura Lecuona

Laura Lecuona no ha escrito un libro, sino una enciclopedia sobre la reacción que supone el transgenerismo frente al feminismo. Ha puesto orden en las ideas, dilemas, argumentos y debates que nos invaden artificialmente con una voluntad pedagógica y una profusión de ejemplos, listas, cuadros y esquemas que impiden perderse en las trampas lingüísticas e ideológicas de esta siniestra ideología antifeminista. Pero cabe señalar que, además de su gran contribución, el proceso para que la obra viera la luz nos da en sí mismo una medida de la hegemonía a la que se enfrentan las feministas para explicar la verdad: señalar y demostrar en un libro que lo trans es un engaño le ha costado a la autora que toda una gran editorial como Siglo XXI se retractara del compromiso por publicarlo y no le ha dejado más alternativa que la autoedición. Además se retiró el libro de la FIL, la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, México. Lecuona es una de las feministas que aboga por rechazar el concepto de género, no en vano su especialidad original es el lenguaje, y es a través de las trampas del lenguaje como nos introduce en su extenso análisis. (Cancelada la edición de Siglo XXI, la obra es autoeditada, 2023)

Delirio y misoginia trans, de Alicia Miyares

En este breve ensayo filosófico, Miyares habla de lo que ella llama “generismo queer”, para hablar del transgenerismo y lo sitúa en el marco más amplio de las ideas transhumanistas y lo que significan en realidad políticamente, augurando consecuencias indeseables en su aspiración de intervención total en la condición humana. Esto puede derivar en nuevas formas de misoginia, de modo que la autora alerta contra la disolución del significado tradicional del binomio sexo/género dentro del feminismo para no caer en un caos de identidades y de trampas conceptuales. Para hacerlo, profundiza en los argumentos para el debate sobre los peligros que representa la intrusión de las ideas transgeneristas en las leyes y políticas de los estados, especialmente en el caso de los derechos de las mujeres. (Catarata, 2022)

La fábrica de los niños transgénero, de Céline Masson y Caroline Eliacheff

Este libro es un alegato en defensa de la infancia frente a la amenaza que supone la ideología queer. Desde el psicoanálisis y la práctica clínica en Francia, las autoras demuestran cómo las teorías de la autodeterminación del género actúan como refugio para muchas adolescentes con problemas de identidad que buscan soluciones. El libro denuncia el escándalo médico que supone promover tratamiento hormonales e intervenciones quirúrgicas que pueden generar daños irreversibles y cómo las teorías transgeneristas, actuando de forma sectaria, van calando poco a poco a todos los niveles y estratos de la sociedad. (Deusto, 2023)

La estafa del transgenerismo, de Sandra Mercado

Este libro nos acerca a la vivencia de su autor como hombre homosexual víctima del transgenerismo, ahora destransicionador. La primera parte es un recorrido vital que relata cómo desde las ideas tradicionales de su padre, machistas y homófobas, el sistema de salud le empujó hacia una transición médico-quirúrgica como respuesta al sufrimiento que sentía y que sigue denominando disforia de género. Después de años de trabajo psicoterapéutico y reflexivo se dio cuenta de que todo era fruto de no aceptar su orientación sexual. La segunda parte sintetiza la historia de la ideología transgenerista y el movimiento transactivista y denuncia el modelo de atención a las personas con disforia de género, copado por el transgenerismo y la terapia afirmativa, que está destruyendo la salud y la vida de muchas chicas y chicos como pasó con la suya. (Tierra de Nadie Editores, 2022)

La mujer molesta, de Rosa María Rodríguez Magda

A partir de una revisión profunda de las ideas sobre las mujeres molestas en la historia de la filosofía, este libro revisa algunos conceptos como identidad, género, trans, diversidad, transidentidad. Profundiza en el estudio de cómo el uso de estos conceptos puede ayudar a fomentar la hegemonía del patriarcado y denuncia la ambigüedad semántica que existe no sólo en las ideas, sino en las políticas llevadas a cabo con leyes que se redactan sustituyendo sexo por género, con el peligro que esto conlleva. La autora dice: “Asumo la premisa foucaultiana de la indignidad de hablar por otros; sólo me refiero a ellos si sus propuestas afectan al feminismo. No cuestiono el derecho a transitar nuevas identidades, es más, lo celebro como una necesaria apertura; sin embargo, resulta necesario revisar las alianzas con otros colectivos, para tomar conciencia de ciertas contradicciones y seguir caminando en el apoyo mutuo”. (Ménades Editorial, 2019)

Recursos destacados

Testimonios destrans

Los testimonios traducidos de mujeres que se identificaron durante un tiempo como «hombres trans», que explican su experiencia y que se atreven a compartir su historia: el contexto y los pensamientos que las llevaron a la transición, cómo la vivieron y finalmente cómo se dieron cuenta de que “ser trans” no era la solución a sus problemas.

Destransición de género: ¿Hay vuelta atrás?

El estudio de la destransición de género debe estar fundamentalmente dirigido a mejorar los servicios de salud para las personas con disforia de género. Aunque muchos de los cambios médicos realizados son irreversibles, siempre es posible trabajar para que las personas destrans logren reconciliarse con su cuerpo y empezar de cero.