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En 2022 se han producido 99 feminicidios en España
En Feministas de Cataluña consideramos que un feminicidio es el asesinato de una mujer por parte de un hombre, sea cual sea su relación. Desde 2003 el Estado computa oficialmente solo los feminicidios íntimos, aquellos en los que la víctima tenía o había tenido una relación de pareja con el asesino. Desde 2022 el Estado ha empezado a registrar otros feminicidios pero el recuento no es exhaustivo ni exacto, y tampoco está actualizado.
La violencia vicaria es la que se produce contra los hijos de una mujer con el objetivo de hacer daño a ella. También consideramos que existe violencia vicaria cuando en el asesinato de la madre se produce el asesinato de su hijo o hija. Desde 2013 el Estado computa oficialmente los asesinatos de menores por violencia vicaria.
Cada año, más de la mitad de los feminicidios no computan oficialmente
En 2022, de los 99 feminicidios que se han producido, el 55% eran feminicidios íntimos o de violencia vicaria (53 mujeres y una niña). El resto (el 45% del total) fueron feminicidios que hasta ahora no computaban oficialmente según la definición de la ley 1/2004:
- Feminicidios familiares (24% del total en 2022), aquellos en los que el asesino es un familiar de la mujer o de su pareja o ex pareja
- Feminicidios sociales (18% del total en 2022), aquellos en los que el asesino es un conocido de la mujer que no es ni pareja ni familiar, o un desconocido.
- Feminicidios sexuales (2% en 2022), aquellos que se producen en un contexto de violencia o de explotación sexual (por ejemplo, los asesinatos de mujeres en situación de prostitución).
Los feminicidios no oficiales han sido históricamente una proporción importante de todos los feminicidios, casi la mitad. Esto significa que cada año la mitad de los feminicidios (aproximadamente unas 50 mujeres) no computan oficialmente. Desde 2010, las compañeras de Feminicidio.net llevan un recuento paralelo para recuperar a todas aquellas víctimas que el Estado no ha contado.
Además, aunque el Estado teóricamente computa todos los feminicidios íntimos, no todos los que se han producido aparecen en las cifras oficiales. Este año en Feministas de Cataluña hemos computado 53 feminicidios íntimos, 4 más que el Estado. De estos 4, 2 se deben a una diferencia de criterio.
- A veces se descubren cadáveres de mujeres que habían sido asesinadas hace tiempo. Feministas computa un feminicidio en el año en que se descubre el cadáver (por ejemplo, el de Juana Canal, una mujer asesinada hace más de 20 años), mientras que otras fuentes aplican criterios no uniformes.
- Los otros 2 feminicidios de diferencia entre el cómputo de Feministas y el del Estado son el de una mujer de Sant Sadurní de Anoia, cuyo asesinato se atribuyó originalmente al hermano, pero unos meses después los mossos resolvieron el caso y lo atribuyeron al marido: Feministas de Cataluña hizo seguimiento del caso y lo hemos reasignado a la tipología que le corresponde, pero el Estado no lo ha hecho.
- El otro feminicidio es el último del año, una mujer llamada Shirley, asesinada por su expareja, junto con su compañero. No sabemos por qué el Estado no lo ha contado, pero es grave que organizaciones que no recibimos subvención y hacemos el trabajo de forma totalmente voluntaria lo hagamos mejor que el que se lleva a cabo oficialmente, especialmente teniendo en cuenta que nuestra recopilación se basa en seguimiento de noticias de prensa y no tenemos acceso a datos y recursos policiales, como sí tiene el Estado.
Antes de entrar en el breve análisis estadístico que hemos hecho del vaciado de la base de datos que ha elaborado Feministes de Catalunya, quisiéramos mencionar los casos de 4 mujeres y niñas asesinadas, que se suman a los 99 que analizaremos, dado que son asesinados que se cometieron fuera del Estado.
- El asesinato de Arooj y Aneesa Abbas, de 24 y 21 años, dos jóvenes de Terrassa asesinadas en Pakistán por negarse a un matrimonio forzado el 20/05/2022.
- El asesinato de Vanessa, una niña de 14 años, asesinada en el sur de Francia, el 18/11/2022.
- El asesinato de Teresa Rodríguez, una chica de 23 años, enfermera, asesinada por su expareja en Bruselas el 27/10/2022.
Este 2022 no ha habido mes del año en el que no se hayan producido feminicidios. Sabemos que los meses que coinciden con vacaciones (verano y Navidad) suelen ser momentos peligrosos puesto que las víctimas se ven obligadas a convivir más tiempo con su asesino. Este año los meses más mortíferos fueron abril, mayo y diciembre.
De los 99 feminicidios en España, 16 se han producido en Cataluña, la segunda comunidad autónoma con más feminicidios después de Andalucía y por delante de la Comunidad de Madrid y el resto de CCAA.
No todos los feminicidios los comete la pareja o expareja
Hay situaciones muy diversas de vulnerabilidad para las mujeres.
- En el caso de los feminicidios íntimos (53), el 64% (34 feminicidios) se produjo en el ámbito de la pareja, 28% por parte de la expareja y un 8% de las mujeres estaban en proceso de separación de su asesino. Este 8% es una estimación baja, puesto que no todos los casos de separación trascienden a la prensa. El momento en que una mujer quiere separarse de su maltratador es un momento de especial riesgo para ella y debería recibir especial protección.
- En el caso de los feminicidios familiares (24), el 50% (12 feminicidios) lo cometió el hijo de la víctima, y en un 12,5% de los casos (3 feminicidios) fue el nieto quien asesinó a su abuela. Es decir, en más del 60% de los feminicidios en el ámbito familiar, los hombres (hijos, nietos) asesinan a su cuidadora. El Estado deja solas a estas mujeres a cargo de jóvenes (y no tan jóvenes) violentos, a menudo con problemas mentales. Otras feminicidas en el ámbito familiar son los yernos (a menudo maltratadores de la hija), los hermanos o los padres en una situación de violencia vicaria. También asesinan los hombres familiares de la pareja o la expareja (como los cuñados, etc.).
- En el caso de los feminicidios sociales (18), casi 3 cuartas partes (13 feminicidios) los llevó a cabo un conocido de la víctima, como un vecino, un compañero de piso o simplemente alguien del pueblo o del barrio que la conocía. En el 17% de feminicidios del ámbito social donde no consta el asesino (3 feminicidios) se debe a que el caso todavía está en investigación y muy probablemente se ha producido en el contexto de una organización criminal, de narcotráfico o similar. Es probable que el asesino conociese a la víctima, pero no sabemos qué relación tenían. Solo en el 11% de los feminicidios sociales (2 feminicidios), que suponen un 2% de los feminicidios totales, la víctima no conocía a su asesino.
En cuanto a la distribución por edad, podemos decir que matan hombres de todas las edades y estos hombres asesinan a mujeres de todas las edades. No hay un perfil concreto de asesino feminicida, más allá de ser un hombre. La media de edad de las mujeres asesinadas en 2022 fue de 49 años, y la de los hombres que las asesinaron ligeramente menor, de 44 años. Esto refleja el peso de los feminicidios familiares. Mientras que en los feminicidios íntimos la víctima y el asesino suelen tener edades similares, en los feminicidios dentro del ámbito familiar, como el feminicidio de los hijos a las madres o de los nietos a las abuelas, la víctima suele ser mayor.
El Estado falla en la protección de las víctimas
En cuanto a los feminicidios íntimos, la noticia más grave de 2022 es que un 40% de las mujeres había denunciado a su asesino pero esta denuncia no fue suficiente para salvarle la vida. También hemos recogido lo que hemos podido saber por la prensa sobre otros antecedentes del asesino. En un 41% de todos los feminicidios íntimos, el asesino tenía ya denuncias de víctimas anteriores por maltrato o tenía algún tipo de antecedente penal. En total, la mitad de los asesinos de mujeres en el 2022 tenía denuncias previas de su víctima o antecedentes penales o de agresiones a otras parejas, o ambas cosas. Es decir, al menos la mitad de los asesinos ya se sabía que eran personas violentas. En otras palabras, al menos la mitad de los feminicidios íntimos se hubieran podido prevenir.
La cosa es aún más grave cuando analizamos solo aquellos feminicidios íntimos en los que la víctima había denunciado. De éstos, un 38% contaba con orden de protección activa y aún así el hombre acabó asesinándola. Además, un 33% de las asesinadas que habían denunciado habían tenido orden de protección contra su asesino, pero esa orden estaba inactiva. En el 29% restante, pese a la denuncia, la judicatura no había considerado que hubiera riesgo suficiente como para conceder una orden de protección.
Desde Feministas de Cataluña consideramos estos datos una evidencia de negligencia criminal por parte de todas las instancias del Estado. Exigimos responsabilidades y seguiremos luchando hasta reducir a cero estas dolorosas cifras, que este año pasado nos dejaron con 99 mujeres menos.

