Esta es nuestra traducción del informe ejecutivo de la versión final del Informe Cass hecho público en abril de 2024, tras cuatro años de investigación y más de 400 páginas con todos los detalles, cuyo informe intermedio de primavera de 2022 ya conocíamos y tuvimos en cuenta en nuestro propio informe De hombres adultos a niñas adolescentes publicado en noviembre de 2022. Advertimos que hemos mantenido el vocabulario empleado por el informe dada la trascendencia de la investigación y su significado. Aunque el informe habla de “personas trans” es necesario entender que se refiere a personas con disforia.
Contexto
La exploración de la identidad es un proceso completamente natural durante la infancia y, en especial, la adolescencia y rara vez requiere intervención clínica. Sin embargo, en los últimos cinco o diez años, el número de niñas, niños y jóvenes derivados para recibir apoyo del NHS (National Health Service, Servicio Nacional de Salud del Reino Unido) en relación con su identidad de género ha aumentado rápidamente.
Como resultado, las y los menores esperan varios años para recibir apoyo clínico y durante este tiempo ellos y sus familias deben encontrar sentido a sus situaciones individuales, a menudo enfrentando problemáticas y alteraciones considerables.
Ha habido un patrón similar en otros países occidentales, donde los médicos han estado observando no sólo un creciente número de casos sino también un cambio en el repertorio de casos de jóvenes que buscan apoyo.
Ha habido muchas más mujeres (el informe dice “registradas como mujeres al nacer”) que acuden al servicio en la adolescencia, lo que marca un cambio con respecto al grupo que tradicionalmente han atendido estos servicios; es decir, varones (“registrados varones al nacer”) que eran derivados en la infancia y en quienes se basó el enfoque clínico previo de atención.
Los médicos también observaron que estas y estos jóvenes a menudo presentaban otros problemas a los que tenían que hacer frente además del sufrimiento relacionado con el género (recordamos que en inglés la acepción aquí equivale a sexo).
Este estudio independiente se propuso comprender las razones del aumento de las derivaciones y el cambio en la composición de los casos e identificar el enfoque clínico y el modelo de servicio que atendería mejor a esta población.
Para proporcionar una base de evidencia sobre la cual hacer sus recomendaciones, se encargó a la Universidad de York que realizara una serie de revisiones sistemáticas independientes de la evidencia existente, así como nuevas indagaciones cualitativas y cuantitativas para disponer de mayor evidencia.
La Dra. Cass también llevó a cabo un extenso programa de participación con jóvenes, padres, médicos y otros profesionales asociados.
Resumen de los hallazgos clave
• No existe una explicación sencilla para el aumento en el número de personas predominantemente jóvenes y adultos jóvenes que tienen una “identidad trans” o de “género diverso”, pero existe un amplio acuerdo en que este aumento es el resultado de una interacción compleja entre factores biológicos, psicológicos y sociales. Este equilibrio de factores será diferente en cada individuo (Las comillas son nuestras).
• Existen puntos de vista contradictorios sobre el enfoque clínico y las expectativas de atención a veces están lejos de la práctica clínica habitual. Esto ha hecho que algunos médicos tengan miedo a trabajar con jóvenes que cuestionan el género (de nuevo, puede entenderse como sexo), a pesar de que su presentación es similar a la de muchos niños y jóvenes que acuden a otros servicios del NHS.
• Una evaluación de las directrices internacionales para la atención y el tratamiento de niños y jóvenes con incongruencia de género encontró que ninguna directriz podía aplicarse en su totalidad al NHS de Inglaterra.
• Si bien se ha publicado una cantidad considerable de investigaciones en este campo, las revisiones sistemáticas de evidencia demostraron la mala calidad de los estudios publicados, lo que significa que no existe una base de evidencia confiable sobre la cual tomar decisiones clínicas o para que las niñas, los niños y sus familias elijan opciones informadas.
• Las fortalezas y debilidades de la evidencia sobre el cuidado de niñas, niños y jóvenes a menudo se tergiversan y exageran, tanto en las publicaciones científicas como en el debate social.
• La controversia en torno al uso de tratamientos médicos ha desviado la atención de lo que se pretende lograr con la atención y el tratamiento individualizados para las personas que buscan apoyo de los servicios de género del NHS.
• La justificación de la supresión temprana de la pubertad sigue sin estar clara y la evidencia sobre su impacto en la disforia de género y en la salud mental o psicosocial es débil. Se desconoce el efecto sobre el desarrollo cognitivo y psicosexual.
• El uso de hormonas masculinizantes/feminizantes en menores de 18 años también presenta muchas incógnitas, a pesar de su uso prolongado en la población adulta transgénero. La falta de datos de seguimiento a largo plazo sobre aquellos que comenzaron el tratamiento a una edad más temprana significa que no tenemos información adecuada sobre la variedad de resultados para este grupo.
• Los médicos no pueden determinar con certeza qué niños y jóvenes tendrán una “identidad trans duradera” (Las comillas son nuestras).
• Para la mayoría de los jóvenes, la vía médica no será la mejor manera de manejar su sufrimiento relacionado con el género. En el caso de aquellos jóvenes para quienes la vía médica está clínicamente indicada, no es suficiente brindarla sin abordar también otros importantes problemas de salud mental y/o problemas psicosociales.
• La innovación es importante para que la medicina avance, pero debe haber un nivel adecuado de seguimiento, supervisión y regulación que no obstruya el progreso pero que al mismo tiempo evite la introducción de enfoques no probados en la práctica clínica. La innovación debe partir de la evidencia y contribuir a ella.
Resumen de las recomendaciones
Las recomendaciones establecen un enfoque diferente en la atención sanitaria, más estrechamente alineado con la práctica clínica habitual del NHS que considera a la persona joven de manera integral y no únicamente en términos de su sufrimiento relacionado con el género. El objetivo central de la evaluación debería ser ayudar a las personas jóvenes a desarrollarse y alcanzar sus objetivos de vida.
• Los servicios deben operar con los mismos estándares que otros servicios que atienden a niños y jóvenes con problemáticas complejas y/o factores de riesgo añadidos.
• Deben ampliar su capacidad a través de un modelo de servicio distribuido, basado en servicios pediátricos y con vínculos más fuertes entre los servicios secundarios y especializados.
• Los niños/jóvenes derivados a los servicios de género del NHS deben ser objeto de una evaluación integral de necesidades para fundamentar su plan de atención individualizado. Esto debería incluir pruebas de detección de afecciones del desarrollo neurológico, incluido el trastorno del espectro autista, y una evaluación de la salud mental.
• Se deben utilizar enfoques de tratamiento psicológico y psicofarmacológico estándar basados en la evidencia para apoyar el manejo del sufrimiento asociado a la incongruencia de género y las problemáticas concurrentes, incluido el apoyo a los padres/cuidadores y hermanos, según corresponda.
• Los servicios deben establecer un circuito de atención separado para las niñas y los niños prepúberes y sus familias, garantizando que se les dé prioridad en la discusión inicial sobre cómo los padres pueden apoyar mejor a sus hijas e hijos de una manera equilibrada y sin prejuicios. Cuando las familias/cuidadores toman decisiones sobre la transición social de niños prepúberes, los servicios deben garantizar que puedan ser atendidos lo antes posible por un profesional clínico con experiencia relevante.
• El NHS de Inglaterra (el servicio tiene competencias independientes en Inglaterra, Gales, Escocia e Irlanda del norte) debería garantizar que cada Centro Regional tenga un servicio de seguimiento para jóvenes de 17 a 25 años, ya sea ampliando el repertorio del servicio regional para niños y jóvenes o mediante servicios asociados, para garantizar la continuidad de la atención y el apoyo en una etapa potencialmente vulnerable de su itinerario. Esto también permitirá recopilar datos de seguimiento clínicos y de investigación.
• Es necesario que haya dispositivos específicos para las personas que están considerando la destransición, reconociendo que es posible que no deseen volver a ser tratados por los servicios en los que estaban siendo atendidos.
• Se debe establecer un programa completo de investigación para analizar las características, intervenciones y resultados de cada joven que acude a los servicios de género del NHS.
• El ensayo clínico sobre bloqueadores de la pubertad anunciado con anterioridad por el NHS de Inglaterra debería formar parte de un programa de investigación que también evalúe los resultados de las intervenciones psicosociales y las hormonas masculinizantes/feminizantes.
• La opción de proporcionar hormonas masculinizantes/feminizantes a partir de los 16 años sigue disponible, pero el informe recomienda extremar la precaución. Debería haber una justificación clínica clara para administrar hormonas en esta etapa en lugar de esperar hasta que una persona cumpla 18 años. Cada caso considerado para tratamiento médico debe discutirse en un Equipo Multidisciplinario nacional.
• Es necesario comunicar claramente las implicaciones de la asistencia sanitaria privada en cualquier solicitud futura al NHS para tratamiento, seguimiento y/o participación en la investigación, así como las responsabilidades de los farmacéuticos a la hora de dispensar recetas prescritas por el sector privado.
Nos parece fundamental añadir que el Informe Cass también señala el impacto del entorno educativo y mediático que ha contribuido al aumento exponencial de casos de disforia de género en la infancia y la adolescencia, como ha mostrado en la investigación que ha dado lugar a La Coeducación secuestrada. Crítica feminista a la penetración de la ideología transgenerista en la educacion (Barcelona: Octaedro, 2022), coordinada por Silvia Carrasco.