El pasado martes 1 de junio de 2021 desde Feministes de Catalunya tuvimos la oportunidad de contar con la reconocida escritora Laura Freixas en nuestro #WebinarFeminista. Laura Freixas nació en Barcelona en 1958 y es licenciada en Derecho, aunque nunca ha ejercido la profesión. Su extensa obra cuenta con 15 publicaciones propias, repartidas entre narrativa y ensayo, además de la coordinación de otras tres publicaciones. Sus últimos libros son Esto a mí no me iba a pasar (2019) y Saber quién soy (2021). Además de novelista es una referente como crítica literaria, columnista, profesora y conferenciante, y es fundadora de Clásicas y Modernas, una asociación que promueve a las mujeres en el arte. En esta sesión, Laura nos habló de cómo en el sector cultural perdura una visión creada por y para el hombre y sobre el rol que se ha atribuido a las mujeres en este relato.
La trayectoria de una escritora, una carrera de obstáculos
Según Laura, el primer obstáculo de las creadoras es la falta de formación. En La creación de la conciencia feminista, Gerda Lerner denuncia que las mujeres son discriminadas en el aprendizaje, en la enseñanza y en la creación de contenidos. Hasta finales del siglo XX, las mujeres no accedieron al aprendizaje y, pese a que a día de hoy somos la mayoría de graduadas, seguimos muy lejos en cuanto a la creación de cultura. Excluir a las mujeres de la elaboración del relato es una herramienta fundamental del patriarcado para invisibilizar nuestra aportación a la sociedad.
Otro obstáculo es la falta de modelos. Cuando se habla de la historia del arte o del pensamiento, parece que las mujeres no hayamos hecho nada digno de mención. Una investigación de Ana López Navajas sobre la literatura del siglo XX en los libros de texto de la ESO encontró que se mencionaban 224 hombres frente a solo 24 mujeres. Contra la creencia popular de que la cultura refleja la sociedad, lo que pasa es que muchas veces el arte tergiversa la realidad.
El genio y la musa y la desvalorización de lo femenino
De entre los muchos motivos que permiten que esta desigualdad en la creación cultural persista, Laura Freixas apunta al mito del genio. Griselda Pollock lo definió como la idea de que el arte, la cultura y la ciencia son obra de unos individuos especiales. Pero el genio no es un concepto científico sino ideológico y social. Laura argumenta que, tal y como se construye, el genio es masculino por definición. El pensamiento patriarcal asocia dicotomías a los sexos: el hombre encarna la cultura; la mujer, la naturaleza. El hombre, la razón; la mujer, la emoción. El hombre es el genio… la mujer, la musa. El hombre crea, es un sujeto para sí; la mujer, procrea, y es un objeto para otros. Ser creadora es totalmente opuesto a la representación sexista de la mujer.
La vida profesional es otro factor importante, ya que la posibilidad de crear requiere cierta tranquilidad económica. Las obras no se crean en el vacío, al margen de las circunstancias materiales y sociales. Y en la vida profesional, las creadoras se topan con un mundo profesional dominado por los hombres. Para introducirse en él, es preciso tener un mentor, un maestro; pero pocos maestros tienen discípulas. Además, los hombres crean grupos informales, sin mujeres, donde se intercambian información, ideas y apoyo mutuo. Por si fuera poco, la crítica literaria sigue usando un lenguaje y una representación de las autoras con fuertes connotaciones sexistas: se nos despoja de nuestra condición de artistas y, bajo la apariencia del elogio, en realidad se nos está denigrando.
Lo bueno de ser creadora
Laura señala la importancia de la genealogía y de la elaboración cultural de nuestra propia experiencia. Las experiencias compartidas por hombres y mujeres y las experiencias exclusivas de hombres son tratadas ampliamente en el arte. Las experiencias de las mujeres, como la maternidad, solo se tratan en una especie de subcultura, por ejemplo en revistas donde se nos infantiliza o ridiculiza. Mientras las experiencias de los hombres representan la totalidad, parece que las experiencias de las mujeres sean específicas. Como contrapunto, esto significa que hay mucho terreno virgen: todas las experiencias de las mujeres sobre las que no se ha escrito.
Además, existe una tradición de mujeres creadoras. Como dijo Gerda Lerner: “La conciencia feminista depende de la posibilidad, por parte de un grupo significativo de mujeres, de vivir fuera del matrimonio, limitar la procreación, acceder a la educación, disponer de espacios reservados y de un público de mujeres”. Estas mujeres “deben identificar a sus precursoras, desafiar los roles de género, recusar las definiciones heredadas y crear una red de apoyo femenina”. Laura vino dispuesta a acercar este “mundo por descubrir” y nos compartió una excelente y amplia lista de 66 recomendaciones literarias de escritoras, porque, además de entender toda esta situación injusta y patriarcal, queremos cambiarla.
Escrito por Irene Monés
Podéis ver la sesión completa aquí:
Otras conferencias
Laura Freixas ha trabajado extensamente sobre el papel de la cultura en el mantenimiento y la renovación constante de la desigualdad entre mujeres y hombres. Entre algunas de sus otras conferencias, podéis ver:
El papel de la cultura en la (des)igualdad
Pablo Neruda y la mujer sin nombre. Una crítica feminista al mito del genio y la musa