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Manifesto 25N 2024

Hoy, 25 de noviembre, día internacional para la eliminación de la violencia contra las mujeres, nos encontramos aquí, firmes y en lucha, para levantar la voz frente a una sociedad que perpetúa la impunidad de los agresores y niega la justicia a las víctimas. Esta concentración representa la resistencia y la dignidad de las mujeres que decimos basta. No aceptamos los falsos espacios feministas que han abandonado la defensa de nuestros derechos y están haciendo el trabajo del patriarcado contra las mujeres y niñas promocionando la legalización de la explotación sexual y la falacia del transgenerismo, ni las leyes de identidad de género que nos borran a las mujeres y destruyen las bases de los derechos que nos ha costado tanto conseguir. Nosotras, las mujeres, exigimos ser escuchadas.

¡Estamos HARTAS de que nos violen!
Cada día, en España, se denuncian 14 violaciones y 55 agresiones sexuales, y sabemos que la cifra real es mucho mayor. Las mujeres somos objeto de agresiones sistemáticas y sólo un 11% de éstas llega a denunciarse. La vergüenza, el miedo y el descrédito nos impiden denunciar. Las instituciones nos fallan y nos abandonan, mientras los agresores siguen libres.

¡HARTAS de que nos maten!
A escala mundial, más de 133 mujeres son asesinadas a diario por sus parejas o familiares cercanos. En España, este año, ya llevamos 77 feminicidios, de los que 16 han sido en Catalunya. Exigimos desde aquí que el asesinato de la trabajadora de prisiones Núria López a manos de un recluso enarcelado por violencia contra las mujeres, también sea considerado un crimen machista. Com en el cas de Núria López, la administración sigue negando protección a muchas mujeres en peligro; se deniegan las órdenes de protección vitales para tantas mujeres, y esta negligencia es más alta en Cataluña que en el resto del Estado. Los sistemas de denuncia son totalmente insuficientes. ¡No podemos tolerar estos crímenes, ni una asesinada más!

¡HARTAS de que asesinen a nuestras criaturas para matarnos en vida!
Los agresores no sólo nos quieren muertas; también asesinan a nuestras criaturas para destruirnos. Este año, ya son 11 las y los menores asesinados en el Estado, 4 en Catalunya. ¡No podemos aceptar esta impunidad! Ya es hora de que el Estado tome medidas para proteger nuestras vidas y las de nuestras hijas e hijos.

¡HARTAS de que nos prostituyan!
Miles de mujeres son explotadas sexualmente en España, país con una tasa alarmante de prostitución. La trata y la explotación sexual son violencia sexual institucionalizada, una violencia machista que deshumaniza y esclaviza a las mujeres. La abolición de la prostitución es un objetivo irrenunciable para nuestra lucha feminista y mientras no se aprueben medidas y leyes para abolir el sistema prostitucional y perseguir y castigar a los criminales proxenetas y puteros que se aprovechan de él, el Estado es el primer proxeneta. ¡Exigimos la abolición de la prostitución!

¡HARTAS del mercado de la vida!
Los vientres de alquiler son violencia machista, la industrialización moderna de la explotación reproductiva de las mujeres más pobres y precarias del mundo. Miles de niñas y niños nacen fruto de este negocio y son comprados como mercancías. ¡No aceptamos que se mercadee con los cuerpos de las mujeres y las criaturas y que la maternidad sea reducida a un negocio criminal para hombres y mujeres ricos sin escrúpulos!

¡HARTAS de discriminación y precariedad laboral!

 La brecha salarial y la discriminación en el mercado laboral son formas de violencia que perpetúan la desigualdad económica. Somos mayoría en los trabajos más precarios, con menos derechos y a tiempo parcial, a menudo debido a las responsabilidades de cuidados que recaen en nosotras de forma desproporcionada. ¡Exigimos una verdadera igualdad de derechos en el trabajo y el reconocimiento de nuestros trabajos con salarios justos!

¡HARTAS de que nos silencien y nos borren!
Las leyes de autoidentificación del sexo son un ataque a nuestros derechos y sirven para esconder que el sexo es el origen de nuestra opresión. Si cualquier hombre se puede declarar mujer, se ponen en riesgo nuestra vida, nuestros espacios protegidos, nuestros deportes, se nos despoja de nuestros méritos y se pervierten las estadísticas que nos permiten mostrar la persistencia de las desigualdades y de la injusticia que vivimos por ser mujeres en la sociedad patriarcal. Las leyes trans invisibilizan la violencia machista y destruyen las políticas de igualdad entre mujeres y hombres.

HARTAS de la indiferencia internacional cómplice ante el genocidio y el apartheid de las mujeres y las niñas en el mundo, que son las víctimas de las agresiones más brutales en los más de 200 conflictos armados que están teniendo lugar ahora mismo, con episodios de suicidios colectores colectivos ante el terror, y ante las leyes que las persiguen por el hecho de ser mujeres y les niegan incluso la voz como en Irán y Afganistán y tantos otros lugares. Exigimos la intervención internacional inmediata donde todo esto está pasando y el alto el fuego definitivo en Gaza, Cisjordania y Líbano, y que se haga efectiva la orden del Tribunal Penal Internacional contra Netanyahu.

No queremos terminar sin enviar nuestro apoyo a las compañeras valencianas que, además de ser víctimas de la DANA y de las criminales políticas de su gestión, están sufriendo un aumento de la violencia machista a manos de los hombres, con toda la desinformación que la hace aún más grave. Hoy también somos vuestra voz, hermanas!

Desde este espacio, decimos BASTA a la complicidad con la violencia contra las mujeres, exigimos justicia y el fin de la impunidad. Por las mujeres, por nuestras hijas y por las que vendrán. Desde la más profunda indignación ante todos los casos de brutal violencia sexual y desamparo que estamos viviendo, mientras los agresores de las niñas prostituidas y violadas en Murcia se libran de toda condena, hoy queremos gritar más fuerte que nunca nuestra admiración y nuestro agradecimiento al coraje de Gisèle Pélicot, a la que apoyamos desde aquí y apoyaremos en Francia el próximo 20 de diciembre, día en que se dictará la sentencia. ¡MERCI GISÈLE!