El martes 15 de septiembre de 2020, Silvia Carrasco nos habló del mercado de las identidades y del asalto a la coeducación. Al dar la bienvenida, Arga Sentís presentó nuestra asociación y el ciclo de formación y debate: «Este es un debate global que tenemos que afrontar porque legislar a partir del marco ideológico de las identidades del capitalismo neoliberal afecta la vida de niñas y mujeres. Para ello nos hemos querido dotar de este espacio al que os invitamos». Este es el resumen de la conferencia.
El mercado de las identidades y el asalto a la coeducación
A principios del curso 2019-20 me llegaron los primeros indicios de la penetración de la agenda transgenerista en la escuela a través de las experiencias de algunas compañeras profesoras de primaria y secundaria. Estas colegas me escribían sorprendidas por los contenidos de los cursos de formación sobre coeducación, al ver que no se abordaba de forma preferente la persistencia de actitudes machistas en la escuela entre el alumnado de las nuevas generaciones y que era motivo de preocupación. En invierno de 2020, al tiempo que el movimiento feminista se enfrentaba a la propuesta del paquete legislativo que incluye el reconocimiento de la libre autodeterminación de género sin filtros legales, psicológicos, médicos, ni de edad, me sumergí en el análisis de las leyes y protocolos que introducen la ideología de la identidad de género y los supuestos transgeneristas en la educación que ya habían sido aprobados por la mayoría de las CCAA. Sin trascendencia mediática ni debate público, y en parlamentos con distintas mayorías políticas.
Por qué deberíamos preocuparnos por la introducción de la ideología de la identidad de género en el ámbito escolar
En todos los documentos aprobados se suscribe, como si se tratara de una verdad incuestionable frente a ideas supuestamente conservadoras, que el sexo biológico es una interpretación sesgada, que existe un género y/o sexo sentido (el repertorio terminológico varía y se entremezcla creando un neolenguaje) dentro de un espectro no binario, sosteniendo que las personas pueden nacer en el cuerpo equivocado. Equiparan cualquier objeción a estas ideas a la persecución sufrida por las personas homosexuales, y descartan la existencia de la disforia de género como trastorno, rechazando toda atención psicológica y médica que no consista en una “terapia de afirmación” con bloqueadores de la pubertad, hormonación y cirugía. Así, según establecen de forma común estos protocolos, el profesorado debe ser formado en «diversidad de género» para saber identificar las causas de malestar que pueden mostrar algunos estudiantes y acompañarlos en procesos de transición que les permita acomodarse a lo que denominan “la identidad sentida”. Afirman que esto puede inferirse observando su comportamiento, sus preferencias en el juego, el vestir, en sus amistades, etc., algo que en realidad consagra los estereotipos de género tradicionales que se imponen arbitrariamente a niñas y niños en función de su sexo y tiene un claro componente homófobo. Así mismo, en los textos aprobados se insta a los centros educativos a adaptar documentos y registros académicos, instalaciones y actividades para adecuarse a “la identidad o expresión de género” del alumnado y así, teóricamente, evitar su sufrimiento y discriminación.
Estos cambios tienen graves consecuencias en dos sentidos: por una parte, se compromete el conocimiento de las diferencias y desigualdades educativas por sexo, lo que impide diseñar intervenciones para corregirlas; por la otra, se pervierten los objetivos de la coeducación como lucha contra el sexismo y el androcentrismo. Estas dos consecuencias y sus múltiples repercusiones concretas son totalmente contrarias a los tres grandes pilares de la coeducación: la garantía de una educación libre de machismo, la formación de chicos y chicas en relaciones justas basadas en el respeto, y la erradicación de actitudes y valores que sustentan la violencia contra niñas y mujeres. Lo que en realidad se produce es una apropiación de la coeducación por parte de la ideología de la identidad de género, que sustituye el objetivo de la igualdad entre hombres y mujeres por una idea de diversidad definida por percepciones y sentimientos. Además, la violencia estructural contra las niñas y mujeres se concentra en y reduce a la sexualidad para, finalmente, diluirse en un repertorio de violencias en plural contra una combinación de identidades sentidas.
A lo largo de la presentación se revisaron múltiples ejemplos de las orientaciones y los materiales existentes para el profesorado, el alumnado y las familias de todas las etapas educativas que muestran de forma inequívoca el alcance de esta penetración ideológica y sus consecuencias. Las ideas y el impacto de uno de los materiales revisados también fue objeto de un artículo reciente de la escritora Laura Freixas en La Vanguardia titulado “Berta es un niño”. Algunas asociaciones activistas y empresas profesionales que suscriben abiertamente la agenda transgenerista y elaboran materiales en esta línea parecen tener el monopolio de la formación, contratadas como expertas por instituciones públicas y sindicatos para asesorar e impartir “cursos de sensibilización” en los centros educativos y las asociaciones de familias.
En la educación superior, por su parte, se ha ido extendiendo la ideología de la identidad de género, lo que afecta tanto a la orientación de la formación del profesorado como a los principios feministas desde los que fueron creadas las unidades de igualdad en las universidades. Con variaciones más o menos militantes y explícitas, otras instituciones y organismos locales, nacionales e internacionales relacionados con la infancia y la educación también suscriben la ideología de la identidad de género y la agenda transgenerista.
A qué responde la agenda transgenerista en la escuela y entre la población menor
En su obra Inventing Transgender Children and Youth (2019), Heather Brunskell-Evans y Michelle Moore, investigadoras destacadas en este campo, defienden que afirmar la existencia de la infancia transgénero (el “género innato” y el “cuerpo equivocado” que supuestamente hay que mutilar y medicar de forma irreversible para adaptarlo) es la coartada del transactivismo adulto para abrir la puerta a la autoidentificación de género sin filtros. Además, me parece fundamental entender por qué la ideología de la identidad de género es clave en la agenda cultural neoliberal que, operando mediante la desposesión y la mercantilización de la vida, persigue la desaparición de los sujetos y la desarticulación de sus luchas, hasta convertir los cuerpos en artículos de consumo a través del mercado de las identidades.
El movimiento feminista hace frente en solitario a esta penetración ideológica y sus efectos
Solo el movimiento feminista está cuestionando y trabajando para contrarrestar la tendencia de un número creciente de países y organismos internacionales (como la OMS o la ONU) a introducir en sus legislaciones la ideología de la identidad de género y la agenda transgenerista. Nadie más ha reaccionado, ni partidos, ni sindicatos, ni asociaciones científicas y profesionales, con contadas excepciones. En el caso de España, plataformas, asociaciones y entidades como el Front Abolicionista del País Valencià, La Alianza Contra el Borrado de las Mujeres y Mujeres por la Abolición, han denunciados protocolos y materiales educativos, presentando alegaciones a los proyectos de ley que supuestamente deben proteger a la infancia, pero presentan contenidos claramente contrarios a la coeducación y soslayan las consecuencias para la seguridad de las niñas al ignorar la desigualdad y la violencia estructural basada en el sexo, además de dar cabida a estos planteamientos anticientíficos y antifeministas.
Algunas prioridades de la agenda feminista frente a la ideología de la identidad de género en la educación
Para concluir, propongo una agenda clara de lucha contra esta deriva ideológica: rescatar la coeducación como profesionales y ciudadanas feministas, denunciar los derechos que pueden ser conculcados por las nuevas leyes y exigir el compromiso con la realidad científica por parte del mundo académico y político que parecen acatar acríticamente sus postulados. El contexto de violencia contra la discrepancia ya ha tenido graves consecuencias laborales en otros países, como en el caso de Maya Forstater.
Una de las tareas urgentes es crear y consolidar alianzas internacionales con grupos, plataformas y asociaciones que compartan nuestro análisis de la realidad y nuestro objetivo como feministas en el campo de la educación, que es la puerta de acceso a la futura ciudadanía. En este sentido, es importante reconocer la importante labor que están desempeñando @Transgendertrd y @SafeSchools_UK, que luchan en el Reino Unido para parar el daño que está causando la ideología de la identidad de género y la agenda transgenerista en la infancia y la adolescencia basándose en ideas falsas y perjudiciales. Su misión, que compartimos, es proteger a la población menor amparándose en las leyes superiores con las que entran en contradicción estas nuevas ideas y leyes, y apoyar al profesorado en esta tarea.
* Se puede ver una versión corta y en inglés de esta conferencia para el webinar de Feminist Question Time del 22 de agosto de 2020 en el canal YouTube de Women’s Human Rights Campaign.
Escrito por Sílvia Carrasco.
Podéis ver la sesión completa aquí: