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Crítica de la obra de teatro «Austràlia»

El día 7 de octubre de 2023 se representó en el Teatre Principal de Vilanova i la Geltrú la obra de teatro ‘Austràlia’, dirigida por Israel Solà. Una obra que gira en torno al encuentro en Australia de Laia, Elena y Mercè, tres hermanas muy diferentes pero con fuertes lazos familiares.

Laia, que vive en Australia, ha priorizado hasta hace poco el trabajo y viajar. Ha querido reproducirse cuando ya es algo mayor y se encuentra con que no puede. Casada con un australiano, tener hijos/as es para ella una forma de enraizarse. Se siente sola en Australia. Por eso quiere una donación de óvulo de su hermana Elena. El marido de Laia, Andy, también está interesado en tener descendencia y por eso, en un momento de la obra, entrega una nota a Elena y le hace un regalo sentimental dándole las gracias.

Elena es la hermana más joven y por eso Laia le ha pedido que le done un óvulo. Es fotógrafa profesional y una mujer bastante moderna. Elena, al principio, está contenta con hacer la donación y, además, le hace ilusión viajar a Australia, donde debe hacerse todo el procedimiento, ya que de paso se reunirán las hermanas y podrá visitar el país. Le prescribirán hormonas, que tendrá que tomar rigurosamente, y se someterá a dos intentos de donación. Pero no funciona. En la primera visita tuvo que llenar un cuestionario sobre las enfermedades que había sufrido y sobre sus relaciones sexuales. Aunque en un documento que le dan se mencionan los efectos secundarios de la medicación, al leerlos los blanquean bromeando. En la segunda visita le aumentan la medicación. Durante el proceso hay un momento en el que Elena duda y, entre otras cosas, afirma que ella también sería la madre del bebé aunque no tendría nada que ver con la criatura. Laia rechaza esta afirmación y dice que no, que la madre será ella, mientras que la hermana mayor, Mercè, da la razón a Elena. Sin embargo, después de una escena sentimentalista, Elena comunica a su hermana que sí, que quiere continuar con el proceso, porque ella no quiere ser madre pero sí que quiere tener una familia. Sin embargo, la donación no se acabará realizando.

Finalmente tenemos a Mercè, la hermana mayor, que insiste en acompañar a Elena en su viaje a Australia y que es la que da el toque de humor. Sin embargo, hay un momento en que confiesa que ella, que se casó, tuvo un hijo y vivió la típica vida de casada, fue madre y ‘ha tenido la vida que ha tenido’, y es que todo tiene su precio.

La obra de teatro, dirigida y escrita por Israel Solà, está basada en hechos reales que vivió una amiga suya, la actriz Ester Cort, que también protagoniza la obra interpretando a Elena. Se desarrolla a partir de las interrelaciones entre las tres hermanas, con una buena interpretación y bastantes toques de humor. No parece que sea la maternidad, qué es, qué implica y qué significa para las mujeres, lo que interesa especialmente al director y dramaturgo, por eso no da importancia a la cuestión de quién es la madre. Más bien, y desligándola mágicamente de la maternidad, lo que interesa al autor es la familia, qué es la familia, los diferentes tipos de familia y cómo puede cambiar en nuestros tiempos con el uso de la tecnología. Y no sólo eso.

Aunque en algún momento se mencionen, bastante por encima, los efectos secundarios de la hormonación a la que debe someterse la ‘donante’ del óvulo o se cuestione quién sería la madre del bebé, la obra no entra en los verdaderos dilemas éticos que afectan a aquella mitad de la población que somos la casta sexual oprimida y, por tanto, parece que no tengan importancia, aunque las tres protagonistas son mujeres. Porque ni una donación de óvulo ni un embarazo, mucho menos un embarazo medicalizado como son los de la gestación in vitro, y mucho menos la explotación reproductiva, son hechos inocuos. Se blanquea con sentimentalismo e incluso “buenismo” una práctica de explotación reproductiva (ligada a la ‘gestación subrogada’) que conlleva millones de beneficios para una industria en expansión que se hace de oro a expensas de la explotación de mujeres vulnerables que se encuentran en situaciones de fragilidad y necesitan dinero. Se utiliza la etiqueta de altruista para tapar lo que verdaderamente hay detrás. Y siempre la altruista es la mujer, ninguno de los otros que intervienen.

Pero incluso en el caso de altruismo, nos preguntamos: una persona digna que respetara los derechos de las otras personas y no creyera que sus deseos son derechos: ¿pediría a su hermana que pasara por un proceso que puede afectar muy negativamente a su salud? Sólo por mencionar algunos de los problemas de salud que conllevan estos procedimientos, en el caso de la mal llamada ‘ovodonación’ tenemos desde el síndrome de hiperestimulación ovárica, perforaciones intestinales y de vejiga, menopausia precoz o tromboembolismo, hasta un riesgo más alto de cáncer. Yo no lo haría, quizás mucha gente que dice que sí es porque no está bien informada y sólo le cuentan historias blanqueadas y llenas de purpurina. Como la obra de teatro ‘Australia’.

Escrito por Isabel Pérez

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