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Censura de las voces críticas con la ideología transgénero en TV3

El Comunicado del Consejo Profesional de Informativos de TV3 sobre el programa «Vides Trans» del 30 minuts ha considerado que «se ha vulnerado el rigor periodístico al intentar escorar el reportaje hacia un determinado posicionamiento» y confirma nuestras denuncias de censura. El reportaje encargado por la dirección de TV3 con motivo del día del orgullo, prescindió de las entrevistas realizadas a nuestra presidenta Sílvia Carrasco y al psicólogo Jose Errasti.

El equipo investigador también se puso en contacto con Trànist, el Servicio del Instituto Catalán de Salud que trata a personas con disforia de género, que se negó a facilitar datos, exigió vetar la aparición de Silvia Carrasco y José Errasti e intervino el guión del programa.

  • ¿Cómo es posible que un servicio de salud público no facilite datos en la televisión pública?
  • ¿Desde cuándo un servicio de salud público se puede permitir vetar a voces que critican su funcionamiento?

Hay que poner ya luces y taquígrafos en el Servei Trànsit y realizar una evaluación externa e independiente de su funcionamiento y de los tratamientos sin base científica que ha estado aplicando a jóvenes vulnerables, especialmente las niñas adolescentes que están aumentando a un ritmo escandaloso.

A continuación el comunicado del Consejo Profesional de Informativos de TV3.

“Vides Trans”, del “30 minuts”

A raíz de la emisión del “30 minuts” del pasado domingo, “Vides Trans”, desde el Consell Profesional d’Informatius i Esports queremos hacerles llegar algunas consideraciones:

  • El reportaje fue encargado por el equipo de dirección con motivo del Día del Orgullo Gay, que se celebraba esta semana.
  • Durante la investigación y la inmersión en el tema, el equipo que se dedicaba encontró un hilo que consideraron que tenía recorrido periodístico e informativo e hizo los contactos pertinentes.
  • Aunque, en un principio, no se dieron directrices concretas sobre qué se quería abordar, durante la elaboración del reportaje, al equipo que lo hacía, se le cuestiona la aparición de dos expertos que habían entrevistado: José Errasti, psicólogo y profesor de la Universidad de Oviedo, y Silvia Carrasco, antropóloga de la UAB. Son profesionales considerados tránsfobos por el colectivo trans, porque –entre otros argumentos– se muestran críticos con la rapidez con la que acceden a la hormonación personas muy jóvenes. Argumentan que no hay suficientes estudios ni recorrido científico para poder demostrar que el proceso, en un futuro, no es nocivo para la salud. Errasti es autor, por ejemplo, del libro “Nadie nace en un cuerpo equivocado”.
  • Al mismo tiempo, el Servei Trànsit de la Generalitat, que depende del Departament de Salut, no quería facilitar datos objetivos que pedía el equipo del «30 Minuts», argumentando que se podían interpretar erróneamente. Condicionaron su participación en el reportaje si se daba voz a Errasti y Carrasco, y accedían a participar si podían elaborar el guión, tal y como hizo saber su responsable a los miembros del equipo. En paralelo, testigos que se habían entrevistado fueron alertados de las entrevistas a los dos profesores e igual que el Servei Trànsit reclamaron no salir en el reportaje si aparecía Errasti. Primer callejón sin salida.
  • Además, se acababa de conocer la convocatoria de elecciones generales para el 23 de julio, algo que condicionaba la elaboración de este “30 minuts” porque, en período electoral (que no en campaña), hablar de la recientemente aprobada ley trans (febrero 2023) podía suponer tener que entrevistar a políticos o cuestionar algunos aspectos.
  • De hecho, se había entrevistado a Marina Sáez Echevarría, jurista trans de la Universidad de Valladolid, que preparó la anterior ley y la actual, y José Luís Pérez Triviño, profesor de filosofía del deporte del UPF y coordinador de un libro sobre personas trans y deporte. Segundo callejón sin salida.
  • Ante este panorama, se decide prescindir de cualquier experto, ya fuera político o académico, y realizar un trabajo únicamente documental, basado sólo en las vidas de los testigos que se habían grabado. El equipo que lo ha elaborado asume el encargo, pero decide no firmar el reportaje, porque no lo ha podido hacer como hubiera deseado.

Desde el Consell Profesional d’Informatius i Esports consideramos que a la hora de realizar nuestro trabajo:

  • No podemos aceptar ningún tipo de chantaje, sea de un colectivo, de un testigo o de la propia Administración. Llegados al punto de que no se pudiera contar con su participación, es necesario explicitarlo en el reportaje para dejar claro que no se trata de mala praxis profesional, sino de autoexclusión, del rechazo de una parte a participar en el reportaje.
  • Tampoco se pueden aceptar encargos con directrices unidireccionales que nos sitúen a favor o en contra de alguna de las partes. Tenemos que velar por dar una información rigurosa, confrontando y contextualizando cada uno de los argumentos que se planteen. Consideramos que se ha vulnerado el rigor periodístico al desconfiar de la profesionalidad y el criterio del equipo, y al intentar escorar el reportaje hacia un determinado posicionamiento. Entendemos que nuestra responsabilidad es ser periodistas comprometidos, no activistas.

El resultado de “Vides Trans” es un trabajo que, si bien funciona perfectamente como documental y da testimonio de la realidad del colectivo, no pone sobre la mesa los elementos de debate que el equipo planteaba desde un principio, dando voz a testigos y mostrando argumentos que están en debate sobre un proceso que cambia la vida de las personas que se someten a él.

Seguramente, el momento escogido para realizar este “30 minuts” no ha sido el más oportuno.

Consell Profesional d’Informatius i Esports, Sant Joan Despí, 29 de junio de 2023